En un artículo publicado en MarketWatch, se detalla la evolución de Wall Street a lo largo de su existencia. En su recorrido hemos visto como de manera asidua se han generado grandes impulsos alcistas que han tenido como consecuencia profundas caídas, de entre las que destacan, principalmente, el crack de 1929 y la burbuja de las puntocom en 1999.

En este sentido, Andrew Smithers
, CEO de Smithers & Co, desvela el por qué podríamos estar en la antesala de otro gran desplome de los mercados financieros. Desde su punto de vista los precios de las acciones probablemente suban más, “debido a que están siendo impulsados al alza por dos fuerzas”.

“El primero es el programa de la Reserva Federal de ‘flexibilización cuantitativa’”, argumenta. Mientras que el segundo es “la recompra de acciones de las cotizadas de Wall Street”.

Sin embargo, apunta que una vez que la Fed cambie su política monetaria y que las principales compañías de la bolsa neyorkina dejen de emplear parte de sus beneficios a la recompra de parte de sus acciones todo cambiará. Y entonces será cuando se podrían ver números rojos de manera constante sobre el parqué neoyorkino.

Así pues, la modificación de la hoja de ruta de la Reserva Federal sería el principal motivo para este experto de que se produjera esta tercera burbuja. Por otro lado, piensa que las empresas podrían dejar de pedir préstamos por la subida de los tipos de interés y que la recompra de acciones se vea disminuido. Además, “podría producirse un estado de estanflación del estilo al que se produjo en 1970”, según sus palabras.