En el cuarto trimestre los activos de mercados emergentes (ME) registraron unas ganancias modestas o sin cambios. Dejando así, desilusionados a los inversores, muchos de los cuales esperaban un repunte a fin de año. La recuperación en los ME se vio paralizada por factores tanto macroeconómicos como específicos de cada país:

Las ventas masivas de bonos de alto rendimiento de Estados Unidos enfriaron el sentimiento de los inversores.

Los diferenciales se extendieron, impulsados por una debilidad prolongada de las materias primas y la rebaja de la calificación crediticia soberana de Brasil.
Eventos idiosincrásicos en Sudáfrica siguieron alimentando la volatilidad en los mercados de bonos y de divisas.


Divisas

En el cuarto trimestre, el índice JP Morgan GBI-EM Global Diversified Index perdió -0,10 % en términos de USD. Una gran divergencia en el rendimiento de los mercados de cambio en los ME generó unas rentabilidades sin apenas ningún cambio.

Dos monedas asiáticas fueron las que más rindieron en el 4.o trimestre. Tanto Indonesia (13,55 %) como Malasia (4,35 %) registraron sólidas ganancias después de haber caído a finales de septiembre.

Sudáfrica presentó el rendimiento más bajo con una caída del 16,33 %. Se produjo una venta masiva del rand sudafricano tras la sorpresiva sustitución por parte del presidente Zuma de Nene, el ministro de Finanzas, por Van Rooyen, un político desconocido. El nombramiento fue mal recibido por los mercados y las presiones externas e internas hicieron que Zuma tuviera que cambiar de rumbo y designara para el puesto a Gordhan, exministro de Finanzas.

Deuda soberana en USD

El índice JP Morgan Emerging Markets Bond Index Global (EMBIG) cerró el cuarto trimestre con una subida del 1,55 %. Las rentabilidades en el espacio del crédito soberano estuvieron marcadas por el alto rendimiento (“high yield”), con una subida del 2,77 %, que en gran medida rindió mejor que el grado de inversión, con una subida del 0,87 % para el trimestre.

Los inversores respondieron de forma optimista al cambio político en Argentina y Venezuela. Argentina subió un 11,23 % y vio ganancias positivas después de la victoria presidencial de Macri. Los inversores esperan que el presidente electo mejore la política económica y ponga en práctica reformas clave. En Venezuela los bonos produjeron 15,38 % después de la elección para el Congreso del partido de la oposición, lo que se veía como un primer paso necesario para contener el poder del presidente Maduro.

En el rendimiento pesó Sudáfrica, (-3,40 %), con ventas masivas debidas a las noticias de la destitución de Nene, el ministro de Finanzas, y Brasil, (-2,67 %) que cayó por los miedos de los inversores ante el titubeante crecimiento económico y la incertidumbre política.

Deuda Corporativa Emergente en USD

El índice JP Morgan Corporate Emerging Bond Index (CEMBI) devolvió un rendimiento positivo del 0,45 %, con el segmento de alto rendimiento devolviendo un 0,87 %, muy por encima del segmento de grado de inversión, que devolvió un rendimiento positivo del 0,18 %.

En el cuarto trimestre, Europa fue la región que mejor rendimiento produjo, con una subida del 2,79 % cuyas ganancias las encabezaron Rusia (3,03 %) y Turquía (3,18 %). Las empresas financieras impulsaron las rentabilidades en amplios países.

Una vez más el rendimiento se vio arrastrado por Sudáfrica, con un rendimiento negativo del -3,14 %, porque la deuda corporativa cotizó a la baja debido a noticias políticas negativas.

Observando los diferentes sectores, los bienes raíces, con un rendimiento del 2,49 %, fueron el sector que mejor rindió, y los nombres de inmobiliarias chinas contribuyeron de forma positiva. El sector que peor funcionó fue el de metales y minería, con una caída del -4,56 %, que se ha visto abrumado por unos precios de las materias primas que continúan deprimidos.

Renta variable

En el cuarto trimestre el índice MSCI Emerging Markets Index devolvió un 0,65 %, estabilizándose después de la masiva caída del 18 % del trimestre anterior.

Perspectivas para 2016


Mirando hacia delante resulta difícil ser optimista en relación con la clase de activos de mercados emergentes. Gran parte de lo que atormentó en el 2015 (un profundo y prolongado retroceso de las materias primas, un vacilante crecimiento global, un sólido dólar estadounidense y un indeciso ciclo de subidas del las tasas de EE. UU.) puede empeorar a lo largo del 2016. Aunque el telón de fondo macroeconómico para los ME permanece mezclado, los elementos técnicos del mercado de ME siguen siendo positivos. Se espera que la nueva oferta sea débil y la revisión de los precios de los activos de ME puede ofrecer a aquellos inversores que se encuentran en posiciones con gran cantidad de efectivo un punto de entrada más equilibrado para la acumulación de riesgo en 2016.

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