“No diría complacientes, pero desde luego es una recuperación rapidísima. De libro. Una 'V' perfecta”, dice el Director de Estrategia de JP Morgan AM para España y Portugal, Manuel Arroyo, en referencia a la correlación entre el comportamiento de los mercados y la salud macroeconómica.

La gestora, que afirma seguir apostando en el segundo trimestre por los mercados de EEUU y las titulizaciones de deuda de algunos países emergentes, cree que los resultados del primer trimestre del año que estamos conociendo estos días están siendo mejor de lo esperado. Aunque “no muy buenos, si mejores de lo previsto” lo que contribuye a extender el ciclo económico, junto con los incentivos de los bancos centrales, y la reacción de la economía a los estímulos chinos.

En lo referente a los balances de las compañías, la incertidumbre vivida por los mercados a finales de 2018 fue, según Arroyo, una de las causas para mantener unas expectativas sobre beneficios por debajo de lo que están arrojando las cotizadas de Wall Street. Sin embargo, a pesar de la sorpresa positiva del cierre de este trimestre, las cuentas no son tan buenas como para no dejarse impactar en el 2019 por el decrecimiento global, la fortaleza del dólar y la presión en los márgenes corporativos. “Se seguía creando mucho empleo pero no subían los costes salariales. Eso está empezando a cambiar ahora”, por lo que es previsible que las empresas lo empiecen a acusar a medida que avance el ejercicio. “No anticipamos un crecimiento mayor de entre el 5-7%”, explica el experto.

 

 

Además,  la madurez del ciclo apunta también a un cambio de roles en los mercados financieros. A su juicio,  “estamos en un momento en el que vamos a ver al valor frente al crecimiento” disputarse el favor de los inversores. “O lo que es lo mismo, al sector tecnológico frente al financiero. No sabemos cuándo va a llegar el momento de los bancos pero llegará y, cuándo lo haga, lo hará por varios años”.

En este sentido, los bancos centrales tienen mucho que decir. Según el criterio de JP Morgan AM, el cambio de rumbo de la FED que aleja los movimientos en los tipos hasta 2020 está teniendo impacto en los mercados, principalmente en la deuda en general y en la corporativa, en particular.

En este sentido, la gestora valora como positivo el auge de la emisión corporativa, pero alerta sobre el riesgo del aumento del apalancamiento. “Casi el 60% de la deuda del primer trimestre ha sido emitida por las empresas”, pero más del 50% de los índices investment grade se ha emitido en los escalones más bajos de calificación”. El incremento de los bonos BBB alerta sobre una posible pérdida de garantía, el descenso de la cobertura de interés y la aparición de un “muro de deuda de aquí a tres años, cuando más de 80 trillones de dólares van a vencer y las corporaciones van a necesitar refinanciación”.

 

 

Mientras tanto, la demanda internacional de bonos estadounidenses a 10 años sigue en aumento, lo que ha desvirtuado la curva de tipos ayudando, junto con la desaceleración económica, a que se invierta. “Siete de cada ocho veces que se invierte la curva hay una recesión, pero lo que la gente no sabe es que suele tardar unos dos años. Además, esto ocurre en los bonos de 2-10 años, algo que todavía no ha ocurrido ahora”, explica Arroyo alejando la hipótesis de la recesión inmediata.

De hecho la economía de EEUU está saneada, lo que ha llevado a la FED a asegurar que los próximos movimientos que haga será subir los tipos de interés en 2020. “Sin embargo el mercado espera que los baje antes del año que viene. Nosotros no. Nos creemos a la Reserva Federal”. Pero para que se cumplan los planes del regulador estadounidense, se deben seguir manteniendo las actuales tasas de empleo y observar un incremento en la inflación, que todavía no alcanza el objetivo de la FED”.

Así las cosas, JP Morgan AM revisa al alza las previsiones de crecimiento para 2019, hasta el 3% en el caso de EEUU, el 7% en China (gracias a los estímulos fiscales de XiJinpin) y un 1% en Europa,  ya que considera que “vamos a ver una mejora de los PMIs en los próximos meses”. El dato, especialmente malo en las manufacturas en el primer trimestre, viene lastrado por la contienda entre EEUU y China sobre el que el estratega espera se firme la paz comercial próximamente.