-Parece que después de un año 2020 de escasos movimientos, el interés de las empresas por salir a bolsa se reactiva en España… ¿Es un buen momento?

Parece que sí, que el mercado primario se anima y, sin duda, es una buena noticia. La bolsa española está prácticamente en máximos de un año, hay mucha liquidez en el mercado, los tipos de interés están en mínimos (por lo que la financiación es barata) y la volatilidad del mercado ni mucho menos es elevada y eso hace que haya apetito inversor.

Y luego, por fin, parece que algunos sectores despiertan interés especial. Sectores como el financiero comienzan a crear buenas expectativas y otro grupo de empresas relacionadas de diversa manera con las energías renovables, es previsible que reciba mucha inversión en los próximos años, y que por tanto genere mucho interés entre los inversores. De esta manera, empresas que hasta ahora ni cotizaban, ni se planteaban salir a bolsa, ahora puedan aprovechar la actual coyuntura para ponerse en precio.
 
-¿Por qué en España no se ha desarrollado un mercado primario de renta variable como en otros países? 

Es verdad que, a pesar del esfuerzo realizado por BME a través de la creación en su momento del Mercado Alternativo Bursátil, (el MAB), y de su conversión ahora en el BME Growth, no hemos visto un verdadero desarrollo del mercado primario de renta variable.

Lo cierto es que España es un mercado pequeño en el que el entorno económico y fiscal es menos favorable para el crecimiento de las empresas, (que quizás es uno de los motivos principales que se plantea una empresa a la hora de salir a cotizar) y por ello muchas empresas no se han encontrado con los factores adecuados para plantearse su salida a bolsa…

-¿Alguna idea respecto a qué compañías pueden estar en puertas de acceder al mercado?

Por lo que se comenta en los medios y en diversos informes que se van publicando - la propia CNMV ha hecho referencia a ello - parece que empresas integradas, bien en el sector de las renovables, bien en lo relacionado con la transición energética y la sostenibilidad, son las principales candidatas para acceder a la bolsa.

De hecho, ya está en marcha Ecoener… y se habla de OPD Energy, de Factor Energía y de Capital Energy. Probablemente también podamos ver spin-offs dentro de grandes empresas del Ibex como, Acciona (con su división de renovables) o Repsol. Pero ojo, que puede que tanta concentración en un mismo sector genere una cierta saturación entre los inversores.

Estas empresas van a recibir importantes cantidades de dinero, no sólo de inversores particulares, sino de organismos oficiales vía ayudas y subvenciones… y por eso hemos visto también opiniones en el sentido de que las valoraciones de estas empresas podrían estar en niveles muy exigentes, precisamente por descontar un entorno excesivamente optimista.

-¿Qué análisis hacéis sobre la salida a Bolsa de Línea Directa?

Desde luego, es una buena noticia que una compañía del nivel de Línea Directa acceda al mercado bursátil, teniendo en cuenta que el sector asegurador apenas contaba hasta ahora en el mercado continuo con dos compañías: Mapfre y Catalana de Occidente.

Desde un punto de vista técnico, creo que es muy pronto para poder emitir una opinión sobre Línea Directa, pero parece que las cosas, por el momento, no van mal para sus competidoras cotizadas en lo que va de año, por lo que podríamos decir que el mercado está receptivo a las noticias que puedan llegar del sector asegurador.

Mapfre ha recuperado prácticamente la mitad de la bajada provocada el año pasado por la crisis del coronavirus y ahora se enfrenta a una resistencia clave en el entorno de los 1,91/1,92 euros. De conseguir superarla podría llevarle a los 2,30 euros. El caso de Catalana Occidente es mejor, ya que ha sido capaz de recuperar de largo los niveles anteriores a la crisis del coronavirus.

Ahora parece que se encuentra en una zona de indefinición entre los 34 y los 36 euros y puede que se mantenga ahí algún tiempo, pero si se soporta repetidamente en el nivel de 34 euros, puede seguir una tendencia claramente alcista que le llevaría a los 38 euros, que se convertiría en una nueva resistencia. 

Y desde un punto de vista fundamental, nos ocurre lo mismo. Todavía no tenemos mucho flujo de opiniones sobre Línea Directa y en los habituales consensus de analistas apenas si encontramos información…

No obstante, podemos enfatizar en algunos de sus puntos fuertes: un balance fuerte y saneado en el que apenas tiene deuda;  un modelo de negocio basado en el canal directo, sin intermediarios, lo que le lleva a tener unos ratios de costes muy competitivos; una elevada rentabilidad de los recursos propios, con un retorno sobre el capital tangible en el entorno del 35% y una  rentabilidad por dividendo va a seguir siendo muy competitiva, teniendo en cuenta que se ha comprometido a mantener un payout del 70%.

Después de su salida a bolsa, Línea Directa cotiza a un PER de 14,5 veces, que está en línea con Catalana de Occidente y por arriba del múltiplo de Mapfre. En comparación con Mapfre, vemos a favor de Línea Directa, no tener que lidiar con los riesgos que le supone a la antigua mutualidad su presencia en mercados emergentes, que le ha dado y le seguirá dando algún dolor de cabeza que otro. Y respecto a Catalana de Occidente, Línea Directa le mejora en Rentabilidad de los Recursos Propios y en rentabilidad por dividendo…

La verdad es que prefiero esperar a que Línea Directa publique resultados al menos durante cuatro trimestres más para ver si su evolución está de acuerdo con lo que se ha dicho que se espera en el momento de su salida a bolsa, antes de decantarme por dar una recomendación más concreta.

Personalmente creo que ahora mismo y a falta de ver su evolución en los próximos trimestres, Línea directa está cotizando muy cerca de su precio objetivo, que el consensus de mercado sitúa en 1,62 euros por acción y que es más o menos lo que ocurre tanto con Mapfre como con Catalana de Occidente, de las que los analistas opinan que no esperan mucho más en lo que queda de año.