El mercado mantiene un tono positivo y se mueve muy cerca de máximos históricos tras un breve parón técnico. La última semana fue favorable tanto para los índices estadounidenses como para los europeos, con avances moderados. La política monetaria sigue siendo uno de los principales catalizadores. El mercado descuenta con una probabilidad cercana al 90% un nuevo recorte de tipos por parte de la Reserva Federal. Al mismo tiempo, los últimos datos apuntan a una desaceleración progresiva de la economía, especialmente en el mercado laboral, mientras que la inflación se mantiene en torno al 3%, lo que obliga a la Fed a actuar con cautela. Más allá de la decisión, el foco estará también en el discurso de Jerome Powell.

A nivel sectorial, en EEUU el sector tecnológico sigue liderando las subidas, con un Nasdaq que acumula cerca de un 24% en el año y valores como Alphabet, Nvidia y Apple destacando claramente. La inteligencia artificial continúa siendo el gran motor estructural del mercado, impulsando fuertes inversiones por parte de las grandes tecnológicas. En paralelo, las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China muestran una cierta distensión, con acuerdos puntuales en el ámbito tecnológico. Aun así, el mercado es consciente de que esta megatendencia dejará tanto ganadores como perdedores, lo que exige una mayor selección de valores.

En Europa, hemos visto buen comportamiento en sectores comominería y metales, así como en algunas grandes compañías industriales. También se ha apostado por la recuperación del sector lujo, con firmas como Louis Vuitton, cuya evolución está siendo positiva. En cambio, en Divacons redujimos la exposición al sector financiero tras un fuerte rally (el sector bancario europeo acumula una revalorización superior al 57% en el año), que ha seguido sorprendiendo al alza pese a todo. La subida en bolsa está justificada en que los resultados de la banca han sido extraordinarios: márgenes de intermediación sólidos, ROE elevadas, alta solvencia, morosidad contenida... Sin embargo, tras este espectacular recorrido, el margen de subida es cada vez más limitado. Aunque mantenemos exposición al sector, la posición ahora es más neutral, ya que la gran subida parece que ya se ha producido; el tren ya va a mucha velocidad y subirse ahora es peligroso. Dicho de otra manera, el binomio riesgo–recompensa de entrar ahora en banca a estas valoraciones ya no resulta tan atractivo como en fases previas.

Por ello, teniendo en cuenta que mantener este ritmo de subidas del sector bancario es enormemente improbable, el mercado comienza a girar hacia sectores más rezagados como metales y minería, lujo, textil y automoción. En este último caso, la competencia de los fabricantes chinos, con vehículos más baratos y tecnológicamente avanzados, sigue siendo un desafío enorme para Europa, especialmente en el camino hacia la eliminación del motor de combustión en 2035.