Destacan los analistas políticos que Obama se ha convertido en el presidente que ha visto cómo su partido perdía más asientos en la cámara legislativa desde que Eisenhower tuvo que abandonar la presidencia. Probablemente será un trago bastante amargo para el creador del
“Yes, we can”, que se enfrenta ahora al gobierno de un país en el que no controlas sus dos grandes cámaras, sólo el ejecutivo.

Nadie esperaba una victoria de Barak Obama, sino que la derrota de los Demócratas a manos de los Republicanos se veía muy clara. No importa cuánto hayan mejorado las condiciones económicas del país tras la crisis financiera, los estadounidenses siguen pensando que la economía va mal. Tan mal que la mitad de los votantes esperan que la próxima generación tendrá una vida mucho peor que la actual. Duro para un presidente que se ha dejado la piel por conseguir reformas largamente perseguidas, como la de la Sanidad.

En concreto, los Republicanos aún siguen celebrando la mayor victoria electoral desde que Bush fue reelegido hace más de una década.

¿Cómo es posible que los estadounidenses vean peor su economía ahora que cuando Obama se hizo cargo en 2008 del gobierno, o cuando fue reelegido en 2012? Sólo hace falta echar un vistazo a algunas cifras. El desempleo está en zona de mínimos, por debajo del 6% (5,9%), los beneficios empresariales siguen en máximos, al igual que las bolsas. Además, el propio FMI asegura que Estados Unidos será uno de los países que más crecerán en 2014, por ejemplo.

Déficit reducción




De hecho, la propia Reserva Federal ha dado una muestra de confianza en la evolución del país, al retirar los estímulos monetarios después de seis años.

Sin embargo hay que escarbar un poco más para determinar dónde está el problema, o al menos eso es lo que dicen los analistas políticos. A pesar de que aumentan las contrataciones y el paro disminuye, lo cierto es que los ingresos de los hogares siguen estancados debido al control de los salarios.


Según los datos de Sentier Research, los ingresos medios de los hogares en Estados Unidos están en 54.045 dólares. Esto es unos 2.600 dólares menos que en diciembre de 2007, cuando comenzó la crisis.

Pero, ¿qué va a pasar a partir de ahora? Los expertos no creen que la pérdida del Senado vaya a tener mucha repercusión en los bolsillos de los estadounidenses, aunque sí podría tenerlas en las bolsas. De hecho, algunos inversores se frotan las manos esperando reformas promovidas por el nuevo partido dominante que podría beneficiar a sectores como el de la energía y el sanitario. Todo se verá. Mientras tanto, los analistas de Citi afirman que “las previsiones de un cambio significativo en la dinámica política estadounidense estarán limitadas hasta que un solo partido controle tanto el Congreso como la Casa Blanca”. Sin embargo en la firma ven esta “disfunción” como una tendencia de largo plazo que acaba impactando en las previsiones económicas y en el clima empresarial.

Por el momento, los expertos prevén que tanto el gobierno como los Republicanos tendrán que seguir poniéndose de acuerdo en temas tan importantes como la resolución que impedirá otro “shutdown” o cierre gubernamental si no se extiende el techo de gasto, tal y como ya sucedió el año pasado. Esto tendrá que producirse entre noviembre y diciembre.

En su opinión, “los mercados se sentirán cómodos si se produce un embotellamiento de las decisiones en el ámbito fiscal porque eso reducirá la intervención del gobierno”

Los analistas de Citi creen que “aunque las decisiones sobre inmigración, reforma fiscal o una mejora de los ingresos en infraestructuras podrían mejorar nuestras previsiones, nos damos cuenta de que estas importantes reformas serán difícil en este contexto”, explican estos analistas.

Previsiones de Citi para la economía EEUU

Previsiones económicas