Las materias primas han tenido históricamente una baja correlación con otros sectores de activos. Habiendo sido impulsadas por factores específicos de su sector en sí, tienden a proporcionar una mayor rentabilidad para el mismo nivel de riesgo cuando son añadidas a un portafolio estándar de acciones y bonos. Al utilizar una portafolio de acciones y bonos como punto de referencia, hacemos correr un modelo de portafolio pasivo bajo tres modalidades de crecimiento: conservador, medio y agresivo. A los portafolios se les aplica un modelo de asignación estratégica de activos reajustables trimestralmente a la ponderación original durante un período de 25 años.

Nuestro análisis muestra que las materias primas no añaden ningún valor en un portafolio de crecimiento conservador donde la ponderación de los bonos es la más alta (80%). Aunque las carteras de crecimiento medio y agresivo son por naturaleza más volátiles que las conservadoras, ambas han superado sustancialmente al desempeño de las carteras conservadoras en una media del 20% y 23%, respectivamente. En las carteras de crecimiento medio y agresivo, la asignación de un 10% de las materias primas aumenta el Sharpe ratio, independientemente de si la cesta sobre materias primas incluye a las del sector energético o no. El rol de las materias primas en una cartera El gráfico que a continuación se presenta ilustra cómo las materias primas, en un modelo de asignación pasiva de activos, han jugado un rol fundamental en la mejora del Sharpe ratio de un portafolio estándar de renta variable y renta fija entre 1991 y 2005. Durante estos años, las materias primas han registrado fuertes retornos para un nivel de riesgo similar o más bajo que el de las acciones. Entre 2006 y 2010, la ponderación óptima de las materias primas se redujo al 1.5% y durante los siguientes cinco años hasta diciembre de 2015 a casi cero.

retorno anualizado

 
Nuestro análisis muestra que la aplicación de una asignación estratégica de materias primas, funciona bien en períodos de sólidos rendimientos. Por ejemplo entre 2001 y 2005, las materias primas gozaron de sus “años dorados”. Sin embargo, durante los períodos bajistas de mercado como el de los últimos cinco años, las estrategias gestionadas activamente hubieran generado mejores retornos a los del Bloomberg Commodity Index 3 Month Forward pasivo. Ejemplos de estrategias activas Una estrategia activa o una asignación táctica de activos normalmente implica obtener exposición a valores de mayor riesgo con el fin de aumentar la rentabilidad de un portafolio. Un portafolio gestionado activamente generalmente reequilibra la ponderación en base a varios tipos de señales y podría incluir la introducción de las ventas en corto y el apalancamiento. Una exposición corta a las materias primas le permite a los inversores beneficiarse del retorno negativo spot y de la curva de futuros en contango. Es por ello que una estrategia eficiente es operar en base a la forma de las curvas de los futuros. En esta estrategia, los inversores están cortos sobre materias primas en contango y largo sobre materias primas en backwardation.

La implementación de esta estrategia de futuros en el tramo corto de la curva aumenta el retorno del portafolio significativamente pero también su volatilidad en comparación a los índices sobre materias primas tradicionales. Otra estrategia interesante es la del spread calendario que consiste en exponerse a los futuros en la parte lejana de la curva vendiendo a la vez contratos a corto plazo. Los vencimientos cercanos son más sensibles a los movimientos de precio y a los costes de los rolos que vencen en seis meses adicionales. Los índices sobre materias primas expuestos a los contratos de mayor duración tienen a mejorar el perfil de riesgo/beneficio de los inversores. El portafolio de posicionamiento contrario El modelo de tendencia contraria es una estrategia de distribución híbrida solamente larga basada en la interpretación contraria de cuatro indicadores: inventarios, posicionamiento, rolo y momentum de precio. Hemos diseñado cinco estrategias del modelo: una basada en la interpretación contraria de cada indicador y una basada en la interpretación contraria de los cuatro indicadores combinados. En el último, a cada materia prima se le asigna un valor basado en la evolución de los cuatro indicadores seleccionados recientemente. Las materias primas seleccionadas son posteriormente ponderadas en el portafolio ponderado con la selección revaluada y reequilibrada en cada trimestre.

optimal asset

 
Durante los últimos cinco años, el mejor rendimiento de estas estrategias de posicionamiento contrario corresponde a la del enfoque aplicado sobre rolo. En la estrategia donde las materias primas en contango yacen expuestas entre los contratos vigentes y los de tres meses, el desempeño ha sido superior al de otras estrategias en una media de 32.6%. Su retorno anual durante los últimos quince años es una media 5 veces superior al retorno anual de los índices sobre materias primas y las acciones internaciones y 4 veces superior al retorno anual de los bonos globales.
 
Aunque durante los últimos cinco años los índices sobre materias primas potenciados u optimizados marcan una caída media anual del 12%, el rolo y el momentum de las carteras ha sido chato. En el mismo período, la renta variable global se apreció un 4.4% y los bonos globales lo hicieron en un 2.4% anual.

sharpe ratio

 
Durante ambos períodos, la volatilidad registrada en las estrategias de posicionamiento contrario ha sido similar a la volatilidad de los índices sobre materias primas y renta variable global. Con el plus de fuertes retornos, el Sharpe ratio medio de una estrategia de posicionamiento contrario es de 0.78 durante los últimos quince años, lo que es un 11.3% más alto que el Sharpe ratio de los bonos globales. Todos los gráficos y los datos de rendimiento en este análisis se basan en el precio de los futuros vigentes sobre materias primas sin contar las comisiones. La introducción de una tarifa de ejecución fija de $1 por día por contrato, no tiene un impacto significativo en cada portafolio rendimiento anualizado de más de 5 o 15 años. En conclusión, existen grandes beneficios al emplear una perspectiva de posicionamiento contrario cuando se tienen en cuenta ciertos indicadores como el rolo. Durante el período alcista de las materias, entre 2001 y 2010, cada estrategia de posicionamiento contrario obtuvo un rendimiento muy superior a los índices de otras clases de activos al incluirse las materias primas. No obstante, el modelo en general proporciona una protección eficiente contra las caídas en los mercados de materias primas como la constatada en los últimos cinco años.

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