En la tradicional rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, que mantuvo los tipos en el 1%, el máximo responsable de política monetaria de la eurozona volvió a utilizar el término "apropiado" al referirse al precio del dinero en la zona euro, lo que apunta a que la institución emisora no se plantea modificar su actual política monetaria, en consonancia con el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal de EEUU, para respaldar la "irregular" recuperación económica del bloque del euro.

   Así, el banquero galo afirmó que la eurozona registrará bajas presiones inflacionistas en el horizonte relevante, ya que las expectativas de inflación a medio y largo plazo permanecen "firmemente ancladas" de acuerdo con los objetivos de estabilidad de precios de la entidad.

   En este sentido, la actividad económica de la zona euro se mantuvo estable en el cuarto trimestre de 2009 respecto a los tres meses anteriores, mientras que en términos interanuales registró un retroceso del 2,2%. Además, en el conjunto de 2009, el PIB de la eurozona registró una contracción del 4,1%, frente al retroceso del 2,4% en EEUU y del 5,2% en Japón.

   Por su parte, el volumen de ventas minoristas en la zona euro registró en febrero un retroceso de seis décimas respecto al mes anterior, cuando había caído un 0,2%, mientras que en términos interanuales el descenso fue del 1,1%, lo que siembra más dudas sobre la fragilidad de la recuperación económica en el bloque del euro.

EL RESCATE GRIEGO ES RESPONSABILIDAD DE LOS GOBIERNOS.

   Trichet, subrayó en una crispada rueda de prensa que la suspensión de pagos de Grecia "no es una posibilidad" a tener en cuenta de acuerdo con la información disponible y expresó su apoyo al compromiso de los gobiernos de la eurozona de prestar apoyo al país heleno si fuera necesario en colaboración con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

   No obstante, el banquero galo hizo hincapié en que la activación de los préstamos bilaterales contemplados en dicho acuerdo del Eurogrupo, así como las condiciones de los mismos, "es responsabilidad de los gobiernos" y del propio Gobierno de Grecia en la medida que aplique las medidas contempladas en su plan de austeridad, que calificó como "muy serio y factible".

   Asimismo, el presidente del BCE quiso aclarar que la decisión de prolongar más allá de este año el umbral mínimo de calidad de las garantías aceptadas por la entidad en sus operaciones de refinanciación con los bancos de la eurozona "no se tomó pensando en Grecia".

   "Teníamos unas medidas excepcionales adoptadas en un momento determinado y hemos decidido prolongarlas más allá de final de año. No nos hemos referido a un país en particular", dijo Trichet al referirse a la decisión de mantener el umbral de calidad 'BBB-/Baa3' más allá de final de 2010, lo que resta presión a la deuda de Grecia, que bajo las condiciones habituales hubiera quedado al borde de perder su condición de eligibilidad en las operaciones con el BCE.

   Por otro lado, el banquero francés se esforzó en disipar las dudas respecto a la presunta hostilidad del BCE a la intervención del FMI en un potencial rescate de Grecia y precisó que la institución "nunca ha dicho que el FMI no sea un organismo adecuado, sino que los gobiernos de la región cumplan con sus responsabilidades".