Reig Jofre recupera el aliento con cuatro sesiones consecutivas de avances en los últimos días tras el susto monumental que supuso para su cotización el asunto de las peticiones de algunos gobiernos, que luego apoyó EEUU, a la liberalización de las patentes en el mercado. El laboratorio catalán, como saben, colabora en la fabricación de las vacunas de Janssen y una noticia como esa podría desestabilizar al valor.
Al final la sangre no ha llegado al río y por tanto, el valor se ha recuperado tras jornadas de incertidumbre que le llevaron a caídas acumuladas que ahora trata de superar en el mercado. De hecho el valor toma algo de impulso tras los avances acumulados en los últimos días consecutivos del 5,8%, recuperando parte de lo perdido con ese contratiempo. Sin embargo en las últimas 20 sesiones el valor todavía se torna en negativo con pérdidas del 5,5%. A pesar de ello, sus réditos en los primeros meses del ejercicio le llevan a ganar un 20,7%, mientras que de los máximos del ejercicio le separa un 21%.
Desde su planta de Sant Joan Despí en Barcelona su trabajo para la inmunización en la segunda parte del año será fundamental. A finales de este segundo trimestre se espera su puesta en marcha para la fabricación de los viales inyectables de la vacuna belga, en la que se trabajarán a cinco turnos para el llenado de los mismos, en una producción que podría alcanzar los 250 millones de dosis máximas en un año. Con este fin acaba de cerrar un acuerdo con Azierta, una consultora especializada en ciencia y salud, en un proyecto de bioseguridad para garantizar el nivel necesario para la manipulación de la vacuna.
Además, el grupo ha abierto en Polonia una filial para poder impulsar su diversificación internacional. Un país con un mercado farma de hasta 9.000 millones de euros y creciendo a un ritmo del 5% anual. Una expansión que también hemos comprobado en los resultados del primer trimestre en los que Reig Jofre ganaba 3,6 millones de euros, un 12,5% más que el pasado año, con ventas de 62,1 millones, algo por encima del año anterior hasta marzo. Todo ello a pesar de la Covid-19 del pasado ejercicio con la cañida de las recetas médicas y el descenso de los contagios bacterianos. Su Ebitda alcanza los 6,7 millones, frente a los ocho de un año antes.
En sus perspectivas para este año se encuentra la esperada mejora de los ingresos en el mercado nacional por el aumento de las ventas de medicamentos con receta y de antibióticos, el crecimiento internacional en sus acuerdo de licencia y distribución. Y por supuesto los efectos en sus cuentas de la fabricación de la vacuna de Janssen.
Si miramos a sus indicadores técnicos premium, los de Estrategias de Inversión, vemos como el valor se mueve en modo consolidación, con una nota elevada ligeramente de 6,5 puntos de los 10 totales. Entre lo favorable, destaca la tendencia a largo plazo que es alcista, el momento total, lento y rápido que es positivo, el volumen de medio a largo plazo que se nuestra creciente y el rango de amplitud, que se muestra decreciente a medio plazo. En el lado negativo, la tendencia a medio plazo es bajista para el valor, el volumen a medio plazo es decreciente y la volatilidad de Reig Jofre a largo plazo es creciente.