En cuanto a la inflación, la organización calcula que se moderará y bajará al 1,8 por ciento en el próximo ejercicio, en cifras medias armonizadas.
La OCDE califica de "profunda" la ralentización de la economía española, aunque destaca que el sector financiero, a pesar de su exposición a la construcción, está "bien armado" para resistir a la contracción de la actividad económica.
También se señala en el informe que la rápida expansión de la enseñanza superior desde hace dos décadas permite prever "amplias posibilidades de mejora futura del bienestar económico".
Los autores del estudio recomiendan como "tarea primordial" en España la puesta en marcha de reformas estructurales que permitan movilizar mejor el potencial existente y "explotar nuevas fuentes de crecimiento".

