La máquina del tiempo se ha puesto ha funcionar y de nuevo el empresario Ruíz Mateos comienza a copar las portadas de todos los periódicos nacionales. La última perla del máximo responsable de Nueva Rumasa: “Si no puedo satisfacer esta obligación, me pego un tiro”.
 
Pero lo cierto es que la situación financiera de la empresa hace aguas por la vía de flotación. Por un lado Royal Bank of Scotland presentó una demanda que desembocó en una orden de embargo sobre los bienes de Clesa… una orden que de momento no se ha ejecutado debido a la oposición del propio Ruíz Mateos y los dirigentes de Nueva Rumasa, que aseguran que el valor de la finca propiedad de Clesa es muy superior a la cantidad reclamada por el banco.
 
Por otro lado los empleados de Clesa estarían viviendo retrasos continuos en el cobro de las nóminas (paga extra y salario de diciembre), así como reiteradas faltas de materias primas para poder fabricar, de modo que la compañía se ha visto obligada a realizar paradas parciales o incluso totales como la del pasado lunes 24 de enero. Situación que ha llegado hasta sus últimas consecuencias en forma de preconcurso de acreedores en diez de las principales empresas del holding como son Clesa, Elgorriaga, Dhul, Garvey o el Rayo Vallecano.
 
Así las cosas el empresario sigue paseando su rostro por los medios asegurando que la solvencia de la empresa es incuestionable a pesar de que como asegura Soledad Pellón, "los inversores ya estaban mas que avisados pues la CNMV había emitido ya varios avisos"