La explosión y el fuego posterior, que han provocado la muerte de dos trabajadores, obligaron a la compañía propietaria del oleoducto, Enbridge, a cerrar otros tres oleoductos. En total, los cuatro líneas de transporte de crudo cerrada tienen una capacidad de transporte de 1,7 millones de barriles, cerca de una décima parte de las importaciones estadounidenses diarias.El impacto que esto pueda tener en los precios del crudo dependerá de cuánto se prolonguen las tareas de reparación. Según ha anunciado un portavoz de la compañía, las líneas uno y dos podrán reabrirse en cuanto se certifique que siguen siendo seguras. Sin embargo, la tres y la cuatro necesitarán más trabajo y “no es probable que vuelvan pronto a la normalidad”.