La Comisión Europea señala que Telefónica aplicó precios injustos con márgenes muy estrechos en la reventa de los accesos de ADSL a sus competidores entre septiembre de 2001 y diciembre de 2006. Como consecuencia, entiende que la compañía presidida por César Alierta debilitó a sus competidores y dificultó su presencia y crecimiento.La Comisión Europea asegura que, como resultado de los altos precios, la tasa de penetración de la banda ancha en España se sitúa un 20 por ciento por debajo de la media de la Unión Europea de los 15, y su crecimiento es casi un 30 por ciento menor que la media en la misma zona.En febrero de 2006, Bruselas había lanzado un procedimiento formal contra Telefónica tras comprobar en una investigación que el grupo español recurre a prácticas anticompetitivas desde 2001 en el sector de los servicios de banda ancha para impedir la entrada al mercado de compañías rivales.La denuncia contra Telefónica había sido presentada en 2003 por France Télécom (entonces Wanadoo). Según la investigación, la práctica llevada a cabo por Telefónica tiene un doble efecto: desalentar a la competencia y por consiguiente mantener los precios a un alto nivel.Telefónica es el único operador que tiene una red de banda ancha con cobertura en todo el territorio español.