El presidente de Axa, Henri de Castries, aseguró al rotativo galo que "habrá que hacer gala de prudencia frente a las oportunidades que van a multiplicarse. Nosotros miramos hacia los activos de AIG en Asia y Estados Unidos y, llegado el caso, haríamos ofertas", señala Henri de Castries. En cuanto al impacto de la actual situación sobre Axa, dice estar "relativamente tranquilo" porque la calidad de la gestión de riesgos de la compañía es "reconocida", los activos son sanos y el pasado verano Axa neutralizó los riesgos de la bajada de la cartera de acciones. "Nuestros títulos han bajado en bolsa, es verdad, pero menos que otros", agrega.En cuanto a las posibles salidas a la crisis, menciona cuatro líneas de actuación: reconstruir la liquidez en los bancos, replantearse los efectos perversos de las normas contables, flexibilizar las exigencias de solvencia que pesan sobre los bancos y poner en marcha una supervisión europea de los grupos financieros transnacionales.