"Afrontamos esta segunda crisis ruso-ucraniana en una posición mucho mejor respecto a la precedente, aunque el suministro de Rusia disminuya de un modo sustancial", aseguró hoy el consejero delegado de Eni, Paolo Scaroni, en unas declaraciones a la radio pública italiana Rai.
"Por un lado hemos aumentado nuestra capacidad de almacenaje y hoy podemos meter bajo tierra unos 14.000 millones de metros cúbicos de gas para hacer frente al invierno y a estas emergencias", dijo Scaroni, quien añadió que ya está listo el gasoducto que conecta Italia con las fuentes energéticas libias.
En esta misma línea, el Ministerio italiano de Industria aseguró, en un comunicado de prensa emitido el pasado martes, que la situación no supone una "particular preocupación" para el país, "gracias a los altísimos niveles de almacenaje y al consumo relativamente bajo".
El titular del Ministerio, Claudio Scajola, "ha firmado el decreto que asegura el aumento del aprovisionamiento de otros países suministradores, como Libia, Argelia, Noruega, Gran Bretaña y Holanda", dice el comunicado.
Scajola ha convocado asimismo un comité de emergencia para analizar la situación de los niveles de gas en el país, que, por el momento, superan el 90 por ciento de la capacidad de almacenaje.
Según el ministro, Italia debe mirar ahora a la energía nuclear para ser más independiente en términos de energía, algo a lo que ya apuntó el jefe del Ejecutivo, Silvio Berlusconi, a finales del año pasado.

