El objetivo de Iberdrola es mantener su actual liderazgo mundial en el negocio de energías renovables, según se desprende de su nuevo plan estratégico. Para ello, realizará inversiones valoradas en 24.200 millones de euros en tres años, de los que 17.800 corresponden a crecimiento orgánico y el resto a la adquisición de la eléctrica estadounidense Energy East. De esta cantidad, 8.600 millones van destinados al negocio de renovables. El 54% de la inversión se centra en EE UU, con la vista puesta en alcanzar 3.300 MW adicionales de energía eólica en ese país para 2010. El 14% irá destinado al desarrollo de proyectos en España y el resto para el Reino Unido y resto de negocios, incluido el gas. Según Iberdrola, la capacidad instalada de energía eólica alcanzará los 13.600 MW en 2010 gracias a una cartera de proyectos de más de 41.000 MW. “El objetivo de instalar 2.000 MW por año”, dicen desde la eléctrica. Para ello, Iberdrola mantiene que “cerca de dos terceras partes del plan de desarrollo hasta 2010 está cubierto con los actuales acuerdos de suministro”. Gamesa es el principal suministrador de aerogeneradores, con 2.700 MW hasta 2011. Otros 5.800 millones de euros están previstos para, según Iberdrola, “maximizar la calidad de servicio, asumiendo marcos regulatorios adecuados”. El 35% se centran en España, el 36% en Reino Unido, el 24% en Canadá y el 5% en Latinoamérica. El resto, alrededor de 2.500 millones de euros, serán para “la repotenciación e inversiones medioambientales”. Con esta inversión, Iberdrola aspira a un crecimiento medio de su Ebitda de entre el 6 y el 10% en función de las diferentes regiones y negocios hasta el fin del plan estratégico. Gracias a un crecimiento medio anual del 11% en su bpa, asegura Iberdrola, el beneficio neto superará los 3.500 millones de euros en 2010. Además, la eléctrica afirma que mantendrá su actual política de dividendo. Otro de los objetivos de la presidida por Sánchez Galán es rebajar el apalancamiento en 2010 por debajo del 50% desde el 54% de cierre de 2006. Los activos de la compañía se tasarán en esa fecha en 88.000 millones de euros. Respecto a las desinversiones, Iberdrola prevé vender activos no estratégicos por más de 3.000 millones de euros. Según consta en su plan, el valor de mercado de la cartera industrial e inmobiliaria del grupo supera los 6.000 millones de euros, con "plusvalías por importe superior a 4.000 millones de euros”.