Las dos organizaciones explicaron que esta medida permitiría a las marcas dar apoyo a los consumidores y a sus redes comerciales y, en su opinión, serviría para aumentar las prestaciones de capital para las empresas flotistas, así como para los compradores particulares de vehículos comerciales y para estimular la demanda de forma inmediata. Asimismo, demandaron al Ejecutivo británico que aplace los proyectos de reforma de las prestaciones de capital de los negocios de automóviles, por ser "inútiles" y pidió eliminar las restricciones a los coches de mayor precio.
Las dos patronales del sector del automóvil solicitaron la mejora del acceso al crédito a los fabricantes de automóviles y proveedores, a través de garantías estatales, con el fin de mantener la liquidez y la inversión. Así como para evitar la deslocalización de las instalaciones del país.
El director general de SMMT, Paul Everitt, explicó que la industria de la automoción se está enfrentando a unas condiciones de mercado "sin precedentes", con caídas "dramáticas" de la demanda de vehículos nuevos en Reino Unido, Europa y en todo el mundo. Por su parte, el máximo responsable de RMIF, Paul Williams, resaltó que es "vital" que el sector del automóvil se muestre unido "en estos momentos".

