La empresa automovilística alemana ha insistido todo este tiempo en que la petición formal al Gobierbno alemán solo se producirá en el caso de que una posible insolvencia de General Motors corte el flujo de capital desde EEUU.

En declaraciones al FAZ, el presidente de Opel, Hans Demant, subraya hoy que "incluso en el caso de una fuerte recesión nustra liquidez se encuentra garantizada para un futuro previsible sin avales" del Estado.

El mismo rotativo destaca que Opel estudia medidas para hacer frente a la crisis del sector y reducir su producción que van desde cierres temporales de sus plantas en Alemania a la reducción de la semana laboral a 30 horas.

Por su parte, el diario "Bild" asegura que los ejecutivos de Opel van a renunciar de forma inmediata a una gran parte de sus remuneraciones.

Añade que el presidente de la compañía, Carl-Peter Foster, ha ordenado suspender durante los próximos 14 meses el pago de las bonificaciones, primas y otros extras que figuran en los contratos de sus directivos.

La orden de suspender esos pagos afecta a los ejecutivos de todas las pantas europeas, no solo de Opel, sino también del fabricante sueco Saab, empresa propiedad igualmente de General Motors.