Para alcanzar este equilibrio, existen varios planes de intervenciones puntuales, entre otras incluir 400 millones de euros de reservas del Banco Nacional de Bélgica en el presupuesto, así como 150 millones del organismo asegurador nacional, Delcredere.

Además, existe la intención de reducir el patrimonio de empresas e instituciones públicas, como el operador de servicios postales (La Poste), la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCB) y la lotería nacional.

Según el diario "De Standaard" el Ejecutivo belga prevé intervenciones puntuales de este tipo por un valor de 1.800 millones de euros.