Ése es el motivo por el cual el Santander, pese a haber afirmado que no tenía necesidad urgente de dinero fresco, lanzó una sorprendente ampliación de capital (por 7.200 millones de euros), comenta el diario.


Otros, continúa el FT, están sometidos a presión para tomar medidas similares aunque por cantidades de menor cuantía. Así el BBVA acaba de anunciar una emisión de acciones preferentes por hasta 1.000 millones de euros.


Los banqueros españoles se han quejado en voz alta de las "injusticias" derivadas de los rescates de sus rivales extranjeros, explica el diario económico. Argumentan que sus provisiones genéricas acumuladas equivalen a capital básico (core capital) aunque no cuente técnicamente como tal.

Incluso han discutido la posibilidad de solicitar compensación a la Unión Europea, basándose en las leyes de competencia comunitarias aunque, como dijo un veterano banquero español, "lo prioritario es salvar el sistema y no quejarnos".

Los bancos mientras tanto están recogiendo velas en el tema de las adquisiciones: incluso el Santander dice que de momento no aspira a más compras.

Además, los horroriza lo que perciben como una nueva retirada de la banca continental europea, que, a consecuencia de la crisis, se refugia en feudos nacionales fragmentados, explica el diario.

A pesar del precio mucho menor de sus acciones y de la necesidad de ir gorra en mano al Gobierno para que apoyase su liquidez, los líderes de la banca española no se han visto obligados hasta ahora a presentar humillantes disculpas como algunos de sus colegas estadounidenses y europeos, explica el diario.

Pero, el próximo año, "si el mercado inmobiliario sigue cayendo y las repercusiones del escándalo Madoff resultan muy fuertes, hasta la banca española podría verse obligada a decir: lo siento", concluye el comentario del FT.