En marzo, España se convirtió en el primer país de la zona euro en registrar un descenso en los precios de consumo en el entorno de recesión económica mundial. Las débiles condiciones económicas siguieron afectando al consumo interno y el desempleo aumentó en los últimos meses.

La inflación se ha relajado considerablemente en el área del euro, lo que permite al Banco Central Europeo reducir los tipos de interés para ayudar a la economía.