Ello permitiría, por un lado, facilitar el ajuste de costes y precios relativos entre sectores y, por otro, reduciría las consecuencias de la caída de la demanda de trabajo en el sector de la construcción. Según el Banco de España, concentrar en exceso los recursos productivos en el sector de la construcción perjudica la evolución de la productividad agregada y la posibilidad de tener una senda de crecimiento económico y sostenido a largo y medio plazo.Así, señala, una vez producida la expansión inmobiliaria, "no debería limitarse el ajuste de los precios de la vivienda y de la actividad del sector de la construcción hacia ritmos de crecimiento más coherentes con un crecimiento equilibrado" mediante intervenciones de política económica dirigidas a paliar la destrucción de empleo en la construcción.
En su boletín de julio-agosto de 2008, el Banco de España intenta identificar cómo afectan los cambios de los precios de la vivienda a la composición sectorial del empleo en distintos países, concluyendo que en España, Estados Unidos y Suecia existe una "elevada" reasignación sectorial del empleo cuando los precios inmobiliarios sufren alteraciones.En concreto, en estos países, si los precios de la vivienda aumentaran un 1%, la ratio de la demanda de trabajo del sector de la construcción con respecto a la demanda laboral del resto de los sectores se incrementaría cerca de un 0,5% El Banco de España atribuye buena parte de las diferencias internacionales que se aprecian en esta cuestión a las limitaciones de la construcción relacionadas con la disponibilidad de suelo urbanizable. De esta forma, los países con menos posibilidades de construcción presentan una menor reasignación sectorial del empleo hacia la construcción como respuesta a la subida de los precios de la vivienda.