El real acelera está acelerando su devaluación. De hecho, el viernes terminó en su nivel más alto en los últimos 4 años con respecto al dólar: 2,3960 reales por dólar. Entretanto, esta medida perjudica de manera directa a su país vecino, Argentina, que se está viendo obligado a devaluar paralelamente el peso para no perder competitividad con Brasil. Así, la divisa argentina se ha llegado a depreciar más del 30% en las últimas fechas.
Según informa el
diario “BAE”, la depreciación del peso frente al real se mantuvo en julio cercana al 8%. En caso de reducirse de aquí a final de año en una cifra inferior al 5%, podría suponer dificultades en el comercio llevado a cabo por Brasil.
Sin embargo, todavía hay margen de maniobra para que estas medidas llevadas a cabo desde Brasil no afecten de forma tan directa a Argentina, pese a que el precio del real es el menos competitivo para el país desde el 3 de marzo de 2009, momento en el que la moneda se cambiaba a 2,441 reales.
Así, el gobierno de Dilma podría comenzar con el plan de la recuperación de la competitividad mediante un informe que le presentaron al sector de la industria brasileña durante el pasado mes de marzo. En dicho borrador, se exigía reducir los costes de producción en torno a una 34% gracias a la devaluación del real.
Por otro lado, según publica el rotativo argentino, el índice de Confianza del Empresario de la Industria (ICEI) para el mes de julio es el menor desde abril del 2009, cuando Brasil enfrentaba los efectos de la crisis financiera internacional, de acuerdo con datos publicados por la Confederación Nacional de la Industria (CNI).