"Tenemos la intención de trabajar estrechamente en todo los posible con la comunidad local durante el periodo de planificación", indicó al respecto. Se estima que la construcción de la nueva infraestructura supondrá demoler unas 700 viviendas de los alrededores del aeródromo, en las que residen unas 2.000 personas. El proyecto de ampliación de Heathrow cuenta con el apoyo expreso de la clase empresarial británica, por considerar que es "vital" para el empleo, el crecimiento económico y la competitividad a largo plazo de la economía británica.
En el lado opuesto, el proyecto se enfrenta al rechazo de grupos ecologistas y plataformas ciudadanas, por considerar que la nueva pista tendrá un importante impacto en las emisiones de CO2. Con la tercera pista, Heathrow, que actualmente opera al 99% de su capacidad, calcula que elevará el número de vuelos anuales de los 480.000 actuales a unos 702.000 en el horizonte de 2020. Además, la compañía considera que la construcción de la nueva infraestructura permitirá crear "un significativo número de nuevos empleos", que estima en unos 60.000, cifra similar a la que supuso la construcción de la terminal cinco del aeródromo.

