Tras un 2020 dominado por la pandemia, las empresas se han implicado más en la inversión sostenible incidiendo en sus aspectos más representativos, e imprimiendo fuerza a su desarrollo, frente a lo que inicialmente se preveía. De hecho, el Covid-19 ha acelerado el compromiso con la sostenibilidad. En esta mesa de Estrategias de Inversión, Naturgy, KPMG, BlackRock y Forética refrendan esta posición, que se implementará con mayor fuerza en los próximos años para desarrollar esos Objetivos de Desarrollo Sostenible en las compañías con el compromiso del cliente y de los inversores.
Para Nuria Rodríguez, directora de Medioambiente y Responsabilidad Social de Naturgy “sólo en 2020 los elementos financieros con carácter sostenible utilizados por nuestra compañía doblaban el volumen transaccionado durante 2019. Esto es una carrera que ha empezado y que desde luego no se va a parar. Se trata de una concienciación de todas las partes, desde los clientes a los inversores, comprometidos a pagar un plus por elementos que sean sostenibles. Que no solo reduzcan el impacto en las emisiones o se comprometan en la economía circular, sino que además tengan un carácter socialmente responsable”.
Desde Naturgy, Nuria Rodríguez pone en valor que “además hemos de tener en cuenta que es muy importante que sea una transición justa. Que tras las decisiones que obligan a repercutir o dañar el empleo en la zona hay que buscar alternativas para que esas comarcas no se queden deprimidas. Es algo que tenemos en la agenda para asegurar que no dejamos a nadie atrás”.
Isabel Vento, responsable de desarrollo de negocio de BlackRock en España, considera que “esta transición hacia las cero emisiones netas va a transformar toda la economía y estima que para los inversores, esta transición climática, presenta una oportunidad de inversión histórica. Las compañías mejor posicionadas en los ODS están teniendo mejores rentabilidades que sus homólogas. En 2020, el 81% de los índices sostenibles superaron a sus índices de referencia tradicionales. Además están influyendo en las opiniones de los inversores tradicionales como nosotros y en las de las agencias de rating”.
Mientras que Ramón Pueyo, responsable de sostenibilidad y gobierno corporativo de KPMG, se atreve a pronosticar que el término “sostenible” o el “ESG”, terminarán ocupando en nuestra vida el mismo espacio que el término “sufragista”, que ha desaparecido del imaginario colectivo, porque salvo contadas excepciones, ya no sirve para determinar a un segmento específico de la población. Necesitamos inversores y consumidores ilustrados que sean capaces de valorar las compañías que avanzan hacia la sostenibilidad”
Y, por último, Xavier Dueñas, vicepresidente de la Junta Directiva de Forética, destaca que “están trabajando para potenciar el compromiso empresarial en el desarrollo de iniciativas concretas que les permitan alcanzar resultados tangibles en materia de descarbonización. Creemos que la colaboración público-privada y a nivel sectorial es fundamental y pretendemos alinear a las empresas españolas con el reto de alcanzar la promesa climática que consiste en adelantar en 10 años los objetivos de los Acuerdos de París, para que en 2040 se alcancen las cero emisiones netas de carbono.”