La semana bursátil arranca al otro lado del Atlántico con una rémora y una esperanza. La rémora es la tercera semana de caídas consecutivas que acaba de cerrar Wall Street por las preocupaciones de los inversores a que la agresividad vuelva a presidir la política monetaria en la reunión que la Reserva Federal de Estados Unidos mantendrá los días 20 y 21 de este mes, coincidiendo con el inicio del otoño. La esperanza es que las palabras del jueves de Jerome Powell traigan un poco de sosiego al mercado.
Y es que el mercado americano, a pesar de informe laboral dual del pasado viernes, pero con buena lectura inicial del mercado, ve como se aleja el deseados “aterrizaje suave” por parte de la Fed que se había cocinado, con los datos en la mano, en especial tras moderarse la inflación, en la primera parte de agosto. Pero nada más lejos de la realidad. Porque parece que la agresividad de las subidas de tipos esperadas al otro lado del Atlántico es el cuento de nunca acabar o bien el inicio de la esperada recesión.
Con estos mimbres en la mano, S&P 500 cerraba en los 3,924 puntos, marcando su nivel más bajo desde el pasado mes de julio, tras las dos sesiones iniciales de septiembre y tras perder un 9% desde el pasado 17 de agosto. Aunque el Nasdaq OMX tampoco se fue de rositas, en los 11.630 puntos, con su consecución más larga de pérdidas consecutivas registrada desde 2019, es decir, con seis sesiones a la baja cerrando con pérdidas.
Y es que la incertidumbre y el nerviosismo del mercado, que ven sin duda como una tónica general los analistas, se suma a la historia, a la que los americanos son más que aficionados, a pesar de su levedad en EEUU. En el ámbito bursátil, septiembre ha marcado caídas del 1% de media desde los años 20 y, en más de la mitad de las ocasiones, es un mes que se decanta por las pérdidas en sus principales indicadores. Solo el pasado año el indicador cayó un 4,8%, en su peor mes desde marzo de 2020, en lo peor de la pandemia.
Además, desde 1950 septiembre es el peor mes para la evolución del Dow Jones, el S&P y el Russel 1000 y también lo es para el Nasdaq desde 1971, con lo que entramos directamente en territorio comanche en el mes que acabamos de iniciar, tal y como indica Jeff Hirsch en su blog Almanac Trader.
Pero hay más. Incluso se centran en que, cuando la evolución del S&P ha sido negativa en el año hasta finales de agosto, el índice establece una caída media del 3,4% en septiembre, pero cuando se dio la circunstancia contraria, que el indicador subiera hasta agosto, el año ha cerrado en equilibrio, tal y como analizan desde Bespoke Investment Group y recoge MarketWatch.
Lo inmediato, lo que tenemos por delante en esta semana, tras la fiesta del Día del Trabajo celebrada ayer. Todas las miradas están puestas en la comparecencia el próximo jueves del presidente de la FED, Jerome Powell, en su primera aparición pública desde Jackson Hole, aunque también escucharemos a otras voces de la Fed, como las de Charles Evans o la de Chistopher Waller.
Con el análisis además del índice de servicios ISM de agosto y el libro beige de la Reserva Federal a la espera del plato fuerte la semana que viene, ya que el próximo día 13 conoceremos la evolución de los precios de consumo y comprobaremos si la inflación en Estados Unidos de verdad mantiene la tendencia a la baja o vuelve a subir. Lo que se acaba es la temporada de resultados, aunque eventos como el de Apple serán fundamentales esta semana.