Al cierre de ayer, el Dow Jones cerró con caídas del 0,43%, el S&P 500 cedió un 0,46% y el Nasdaq cayó un 0,25% en su segundo día consecutivo de pérdidas, mientras que para los dos primeros índices alcanzaban su cuarto día de retrocesos. ES la primera vez desde el mes de agosto que el índice tecnológico registra pérdidas consecutivas y a cierre van camino de terminar la semana en números rojos.  

Una cifra de solicitudes semanales de subsidio de desempleo mejor de lo esperado puso fin a las pérdidas el jueves. El Departamento de Trabajo dijo que las solicitudes de desempleo por primera vez durante la semana anterior cayeron a 310.000, el nivel más bajo desde que se produjo la pandemia. Los economistas encuestados por Dow Jones esperaban una cifra de 335.000.

En esta semana acortada por las vacaciones, el sector de consumo discrecional es el grupo del S&P que mejor se comporta mientras que los otros diez sectores están en rojo. Los valores industriales e inmobiliarios son los que más pierden, con una caída de más del 2% en cada uno de ellos.

Los mercados se encuentran en una situación de espera hasta que se aclare el próximo movimiento de la Reserva Federal. El banco central inicia su reunión de dos días el 21 de septiembre y el mercado está pendiente a su actualización del programa de compra de bonos. Más después de que ayer el Banco Central Europeo dejara su política monetaria sin cambios, pero dijo que ralentizará el ritmo de su programa de compra de activos a partir del próximo trimestre.  "El ritmo de los cambios de política será lo suficientemente gradual como para no hacer descarrilar la recuperación económica o el repunte de la renta variable, mientras que las diferencias entre los bancos centrales más agresivos y los más moderados crearán oportunidades", dijo Mark Haefele, director de inversiones de UBS Global Wealth Management.

"Esperamos que los principales bancos centrales sigan apoyando el crecimiento, manteniendo los tipos más bajos durante más tiempo. Esto es positivo para los mercados de renta variable, especialmente para las áreas cíclicas y de valor del mercado", añadió.

A pesar de las pérdidas del jueves, las principales medias siguen rondando sus máximos históricos. El Dow está aproximadamente un 2% por debajo de su récord, mientras que el Nasdaq y el S&P están a un 1% de los suyos.

"Los nuevos máximos del mercado no son un problema siempre que estén respaldados por los fundamentos", escribió Keith Lerner, codirector de inversiones de Truist, en una reciente nota a los clientes. "El mayor impulsor de la rentabilidad de las acciones este año han sido los beneficios. Esto es coherente con uno de nuestros temas clave durante el año pasado, que el poder de los beneficios de las empresas estadounidenses estaba infravalorado", añadió.
La principal cita del día será el dato del índice de precios de la producción (IPP), correspondiente al mes de agosto, que se dará a conocer en EEUU y que aportará más información sobre cómo están afectando los problemas de suministros de insumos a las cadenas de producción y, por ello, a los precios.

El índice de precios al productor (IPP) para demanda final de Estados Unidos subió un 0,7​%​​ en agosto, según dijo el Departamento del Trabajo. Un sondeo de Reuters entre analistas había previsto que la cifra subiría un 0,6%​ en agosto. En julio se registró un aumento del 1,0% en el IPP​​​. El IPP interanual subió un 8,3​%​​​​​​​​​, tras un aumento del 7,8%​ en julio​​​. Un sondeo de Reuters entre analistas había previsto que el índice interanual se situara en un 8,2% en agosto.​ El IPP subyacente —que excluye los precios de la energía y los alimentos frescos para evitar las distorsiones que provocan habitualmente estos componentes dada su elevada volatilidad— subió un 0,6​%​​​​​​​​​ en términos intermensuales, tras un aumento del 1,0% en julio​​​. En la comparativa interanual, el IPP subyacente subió un 6,7​%​​​​​​​​​, tras un aumento del 6,2%​ en julio​​​.  “Habrá que ver si las tensiones inflacionistas en el sector industrial han tocado techo o, por el contrario, siguen aumentando, con el riesgo que ello supone para la inflación estadounidense en su conjunto. Un mal dato podría aumentar los temores de que la Fed adelante el inicio del proceso de retirada de estímulos, algo que entendemos no sería bien recibido por los inversores, ni en los mercados de renta fija, ni en los de renta variable”; reconocen los expertos de Link Securities. 

En cuanto a las divisas, el índice dólar registró su primera caída diaria significativa durante la sesión de ayer, mientras los mercados se fijaban en la evolución de la línea dura de los bancos centrales del G10 en un contexto de descenso en las estimaciones de crecimiento de los Estados Unidos. Tanto el BCE como el Banco de Canadá ayudaron a sus divisas en cierta medida, señalando una vía de salida más clara para la fijación de precios de los mercados, mientras que las divisas vinculadas a materias primas mantuvieron las ganancias frente a un dólar más débil, pero se vieron afectadas por la noticia de que China liberaría crudo de sus reservas estratégicas por primera vez con el objetivo explícito de reducir los precios de su mercado interior. La libra superó a sus homólogos del G10 en el repunte frente al dólar, pero la evolución de la cotización de la libra esterlina ayer debe considerarse en el contexto de un retroceso de las pérdidas anteriores. El apetito por el riesgo se mantiene en la sesión de hoy, tras la comparecencia del Presidente Xi en la televisión estatal china en la que declaraba que los lazos entre EE. UU. y China se volverían a encauzar tras hablar por teléfono con el presidente Biden. Parece que hoy seguirá bajando el dólar, mientras que el sentimiento del mercado en general sigue siendo positivo. El único dato destacable de la sesión de hoy es el índice de precios de producción de agosto, que se espera que muestre un crecimiento moderado de los precios en términos intermensuales.

A nivel corporativo, BioNTech ha anunciado que se dispone a solicitar en las próximas semanas la aprobación en todo el mundo de su vacuna contra la COVID-19 para los menores de entre cinco y once años, y los preparativos para su lanzamiento van por buen camino, según han declarado al semanario alemán Der Spiegel dos de los principales ejecutivos de la empresa biotecnológica. "En las próximas semanas presentaremos los resultados de nuestro ensayo en menores de cinco a once años a los organismos reguladores de todo el mundo y solicitaremos la aprobación de la vacuna en este grupo de edad, también en Europa", declaró al semanario la directora médica de la empresa, Oezlem Tuereci. Estas declaraciones subrayan la ventaja que BioNTech, que colabora con Pfizer, tiene en la carrera por conseguir una amplia aprobación para vacunar a los niños menores de 12 años en los países occidentales.