Alphabet-A, Google para los amigos y fuera del mercado, acaba de tocar sus mínimos interanuales en los 98,42 dólares por acción, niveles que nos retrotraen a enero del pasado ejercicio, tras el split de este verano y que colocan en una situación de recortes importantes y significativos en lo que va de año en sus títulos, tras la mejora del valor en el pasado mes de agosto.
Pero llegó de nuevo la FED con recortes más agresivos y las posibilidades de Google de recuperarse comenzaron a quebrarse. Y la lectura que ahora hace el mercado es que las caídas pueden seguir produciéndose a cuenta de nuevas subidas de tipos y de calibre incierto, mientras la inflación no termina de controlarse.
Y lo que es peor, el efecto pernicioso en la economía, que está llevando a la empresa, a múltiples recortes de gastos, que desembocan en un mal ambiente laboral, algo que parecía que nunca iba a suceder en una empresa como Google, por ser una de esas compañías con prácticas laxas a la hora de establecer un programa estándar de oficina al uso. Aunque tras la pandemia, se han abandonado muchos de esos usos que gustaban a los clientes, desde los menús, a la lavandería o guardería, sin olvidar sus servicios de fitness.
En su gráfica de cotización vemos que el valor cede un 4,3% en la última semana, con caídas del 10,9% en el último mes. En el trimestre, los recortes superan el 16,3% para las acciones de Google en Wall Street, mientras que, en lo que va de año, profundiza en sus descensos con caídas del 31,5%.
Lo cierto es que la CNBC filtraba la pasada semana el mal ambiente que reinaba en las oficinas centrales de Google, tras la conversación mantenida por su CEO, Sundar Pichai, con sus empleados. Las medidas puestas encima de la mesa para reducir costes pasan por el recorte en los presupuestos de viaje y ocio, por la gestión de la productividad que se mirará con lupa y, sobre todo, por los recortes de personal que ya planean en el ambiente.
Parece que el encuentro fue mucho más tenso de lo esperado porque el CEO de Google echó en cara a sus empleados que no fueran consecuentes con la situación macroeconómica a la que la empresa se enfrentar, con cifras del segundo trimestre, tanto en ganancias como en ingresos más débiles de lo esperado, así como sus guías, que están por debajo de lo estimado por el mercado.
Lo cierto es que las malas noticias se le amontonan a Google después de que, en la última semana, la justicia europea refrendara la multa a Google impuesta en 2018. Esos 4.125 millones de euros, la de mayor cuantía impuesta por la Comisión Europea por vulnerar la competencia comunitaria con su abuso de posición dominante.
En cuanto a recomendaciones, los precios “de saldo” del valor sí coinciden en este caso con la idea de que las acciones están baratas por múltiplos en el mercado. Pero también es cierto que nadie se atreve a pronosticar hasta donde llegará a caer el valor, como momento adecuado para aprovechar las compras. Desde Tipranks, los analistas que siguen el valor, hasta 32 que recoge su consenso, en su gran mayoría, hasta 30 de ellos, apuestan por comprar sus acciones en el mercado. Los dos restantes, optan por mantener. Su precio objetivo medio, 142,91 dólares por acción lo que, como vemos, deja un amplio margen de mejora a sus acciones en el Nasdaq, del 44,7%.
El consenso de MarketBeat califica de compra moderada, para las 26 firmas que siguen el valor, con precio objetivo medio superior al estimado en TipRanks, y que alcanza los 158 dólares para cada acción del valor en el mercado. Mientras, en The Wall Street Journal el precio objetivo medio alcanza los 141,76 dólares por acción con 37 de los 48 analistas que siguen el valor apostando por su compra en el mercado.
