El petróleo sigue viviendo de las rentas en los mercados. Ya queda en el recuerdo inmediato la situación del barril Brent, por ejemplo, por debajo de la cota de los 20 dólares el barril. Su precio, que ha subido un 30% en lo que llevamos de mes coloca cada vez más cerca su máximo, por encima de los 45 dólares, en los niveles de marzo cuando alcanzó los 48 dólares. Pero lejos, muy lejos, en torno a un 28% de sus máximos desde el principio del año, rondando los 63 dólares.
Lo cierto es que los expertos ponen algo de freno al optimismo del mercado que no cesa, como decimos, con cuatro semanas al alza, como ha ocurrido en el caso de la renta variable al calor de las vacunas. Aunque anuncios, como el nuevo estudio de Astra Zeneca para analizar las diferencias de inmunidad en función de la dosis, no ayudarán. Cualquier cosa que no sea la llegada ya inminente de, al menos las primeras dosis, podría ser un aviso a navegantes en su cotización.
De hecho los analistas avisan que los futuros del brent de aquí a cuatro años vista, apenas rozan los 50 dólares el barril. Y es que de momento desde la Agencia Internacional de la energía muestran que sus previsiones no incluso un impulso significativo de la demanda de crudo hasta la segunda mitad del próximo ejercicio. Sus estimaciones alcanzan una demanda de 97,1 millones de barriles anuales frente a los 100 del pasado ejercicio.
Y a todo esto llega la reunión de la OPEP de este lunes y el martes en el que se decidirá si se opta por elevar la producción o por dejarla invariada. De momento lo que opinan los expertos del mercado es que el acuerdo actual se mantenga al menos durante los próximos tres meses. Y es que en principio, lo que se había estipulado era materializar un aumento de las cuotas en casi dos millones de barriles diarios el 1 de enero.
Pero parece que en el encuentro previo por videconferencia de ayer, Rusia y Arabia Saudí han acordado extender el recorte actual a los primeros meses de 2021. Aunque no es una propuesta cerrada. Según fuentes rusas, quedan detalles y mecanismos por decidir. Hablamos de prolongar la caída de la producción en 7,7 milllones de barriles diarios. Veremos finalmente si se materializa este acuerdo entre dos de los productores que más divergencias plantean entre ellos.
Desde Goldman Sachs se indica que debería retrasarse ese aumento auspiciado por Rusia, que parece haber claudicado con la prórroga de la actual situación, citando además medidas coordinadas para reducir la producción como la acción más adecuada para el precio del crudo a corto plazo. Algo que ayudaría a reducir el déficit del mercado global, señalan desde el banco de inversión a un millón de barriles al día en el primer trimestre de 2021.
En la entidad norteamericana consideran que la situación de esta reunión refleja el doble mandato que el grupo está tratando de cumplir en la actualidad: por un lado, el ayudar a equilibrar el mercado tras un choque de la demanda sin precedentes y por el otro conseguir mayores ingresos y participación en el mercado a medio plazo.
Según nuestros indicadores premium, el petróleo mejora su perspectiva técnica en modo consolidación, con una puntuación elevada al 5 sobre 10 puntos posibles. Con tendencia a medio y largo plazo alcista. El resto de indicadores, sin embargo es desfavorable: con momento total lento y rápido negativo, volumen a medio y largo plazo decreciente y rango de amplitud, la volatilidad que sigue marcando el valor, que se mantiene creciente tanto a medio como a largo plazo.