Hace exactamente dos semanas que el Banco Central Europeo anunciaba por boca de su presidente, Mario Draghi, la compra de deuda bajo condiciones ‘estrictas’, eso sí, y con carácter ilimitado. Y hace una semana que se sumó la FED. La Reserva Federal estadounidense aprobó el QE3, tercer plan de relajación cuantitativa, a través de sacar al mercado 40.000 millones de dólares con carácter mensual
. Ayer, la cuestión, es que el BoJ entró en acción. Casi 1.000 millones inyectará Japón en su economía, según anunció ayer la entidad monetaria.


Así, alcanzamos la jornada de hoy. “La subasta será crucial para determinar si los inversores compran realmente nuestra deuda”, asegura Victoria Torre, de Selfbank. El Tesoro Público saldrá al mercado para colocar entre 3.500 y 4.500 millones de euros en bonos a tres años y obligaciones a diez. Mañana viernes lo hará a nivel privado a través de una colocación con la banca en la que tratará de colocar 3.000 millones, dinero que irá destinado directamente al Fondo de Liquidez Autonómico –que esta es otra historia-. Así que ha comenzado el rally. En lo que queda de año, el Tesoro pretende cubrir 48.800 millones de euros de los vencimientos hasta diciembre. Y, además, deberá captar otros 4.000 millones para auxiliar a las comunidades autónomas. Precisamente, de este apartado sale la colocación de 3.000 millones prevista para el viernes que se hará entre inversores bancarios, en principio, parte de lo prometido por cada entidad para el FdL la semana pasada.

BONOS 10, 5 Y 2 AÑOS (FUENTE: YAHOO FINANCE)


La cuestión ahora estriba en si serán suficientes los 85.900 millones que restan, según el Ministerio de Economía, para cubrir los vencimientos hasta final de año, aunque tal y como publicaba ayer el diario El Mundo, en esa cantidad no se incluyen los 28.535 millones de euros en letras que vencen antes del mes de diciembre.


Datos y ¿después, rescate?

La evidencia está ahí. Desde el máximo de más de 638 puntos básicos alcanzados en el mes de julio, el spread de deuda nacional se relaja ya por debajo de los 420 pb, gracias a las palabras milagrosas de Mario Draghi. Al bono a diez años le ha sucedido exactamente lo mismo, con un pico en 7,62% y ahora cotiza contenido en el 5,8%. Este “relax” ha permitido “a las grandes empresas salir al mercado a captar financiación”, apunta Roberto Moro, analista de Apta Negocios, algo que no sucede con las PYMES, para las que la situación, comenta, no cambia.

Por tanto, no es suficiente. Caen los diferenciales como el de Portugal en la subasta de ayer, al mismo tiempo que Alemania ha vuelto a pagar –como es normal aquí- por colocar su deuda tras la subasta del miércoles a dos años. Pero, ¿dónde queda el límite de tiempo para una contención que no puede ser eterna?

“Si España colapsa podría generar un impacto masivo” para la economía y “las predicciones” apuntan a que España “requerirá unos 500.000 millones de euros de rescate”, afirma Mark Benson, para Expotforum.

Y por territorio nacional el reloj sigue sonando. El Gobierno espera. Dice querer conocer las condiciones exactas, pero parece ser el único de no saber qué nos depara. “Muy duras condiciones”, comentaba Jean Claude-Juncker, responsable económico de la CE, como recogía Associated France Press. ¿Traducido? Supone cumplir con el único punto que falta y llevar al extremo a los relativos, pongamos por caso, al sector público. Falta tocar las pensiones y Mariano Rajoy está aprovechando el respiro de ‘las primas’ para ganar tiempo.

“Ahora el temor es que España”, dice The Economist, “con un tamaño similar a Grecia, Irlanda y Portugal unidos, necesitará un techo para su rescate”. Desde el extranjero está bastante claro: “resultaría muy preocupante recordar que la crisis de la eurozona está muy lejos de ser resuelta”.