Más de una década después, la situación de estos países parece remontar el vuelo, pero aún hay casos en los que, con una deuda pública elevada, existen determinadas similitudes. El apodo de PIGS fue acuñado por los países del norte a los del sur a la hora de criticar su gestión de bancarrota, la cual había disparado los índices de deuda y de déficit.
No obstante, la crisis no fue resuelta por Bruselas, sino por el ex presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, que evitó que la situación acabase definitivamente con el euro. En aquella ocasión, pronunció una frase que pasaría a la historia: “El BCE está dispuesto a hacer lo que sea necesario para preservar el euro. Y créanme, será suficiente”. Desde entonces, las primas de riesgo de España y el resto de PIGS se relajaron.
Pese a todo, los PIGS de la Gran Recesión de 2008-2009 han seguido manteniendo un estatus inferior con respecto a los grandes líderes del viejo continente (Reino Unido, Francia y Alemania).
La situación del 2008
El caso de Grecia es el más destacado, pues contaba con uno de los niveles de deuda más elevados. Perdió la confianza de los inversores y las finanzas públicas del país llegaron a presentar un déficit superior al 10% del PIB en 2008 y del 15% del PIB en 2009.
Las alarmas saltaron en todos los mercados y se extendieron al resto de PIGS, que encarecieron el coste de la deuda pública y generaron una crisis que llevó a estos países a solicitar ayuda internacional para rescatar a gobiernos y banca.
La respuesta de la UE fue aprobar seis planes de rescate económicos (tres para Grecia, uno para Portugal, uno para Irlanda y otro para Chipre). En el caso de España, se implantó un programa de ayuda financiera para lograr la sostenibilidad de las cuentas públicas.
Llama incluso la atención la frase: “Los países del sur no pueden gastar en alcohol y mujeres y después pedir ayuda”. Fue pronuniada por Jeroen Dijsselbloem, entonces ministro de Finanzas de los Países Bajos, en 2017.
El caso de Irlanda
El país, conocido popularmente como ‘el tigre celta’, logró recuperar primero el acceso a los mercados, sin necesidad de un apoyo externo. Ahora, es la economía de la Eurozona que más crece. Todo ello ha permitido reducir la tasa de paro del 16% al 5%, pese a que la deuda pública se mantenga elevada, pero no en las cifras de hace más de una década.
En aquella ocasión, el fuerte crecimiento del PIB salvó a Irlanda, pues el reducido Impuesto de Sociedades y los incentivos para atraer a empresas desvirtuaron la realidad.
La situación de Portugal y España
También merece destacar al país luso, cuya renta per cápita es un 4% más alta que antes de la crisis y cuya tasa de paro se ha ido reduciendo en más de diez puntos porcentuales. Con una deuda pública aún elevada, lucha por mantenerse.
España tenía en 2007 un PIB per cápita real de un 2% más bajo. Las desigualdades de la renta pasaron factura al territorio nacional, que vio una tasa de paro muy elevada, logrando en una década unas cifras muy negativas para el empleo. Y es que la polarización de los salarios y la dualidad del mercado laboral (entre contratos temporales e indefinidos) no ayudan.
España ha logrado crecer en 2022 un 5,5% con respecto al año anterior y Portugal un 6,7%, la cifra más elevada del país luso en 35 años. Las medidas para paliar la crisis energética, como los descuentos en el transporte o las ayudas directas, se han activado.
La venganza de los PIGS
Llama la atención que los PIGS siguen trabajando por ir saliendo de la periferia, aunque Alemania y Francia siguen trabajando por levantar el potencial de la economía europea. Los PIGS aprendieron de la crisis del euro y han ido avanzando en unidad monetaria y fiscal.
En enero, se dieron a conocer los datos de PIB de la Eurozona en 2023. Los países del euro llevan ya 15 meses consecutivos sin crecimiento económico. Tras un tercer trimestre en el que la economía se contrajo un 0,1%, la Eurozona ha esquivado la recesión técnica de milagro e inesperadamente: su PIB no se movió en los tres meses finales de año. No obstante, España y los países del sur de Europa (los PIGS), lograron liderar el crecimiento y fueron los principales responsables de que no se produjese una recesión técnica.
En el caso de España, el PIB se incrementó un 0,6% en el último trimestre del año 2023, mientras que Italia creció un 0,2% y en Portugal lo hizo un 0,8%. Cifras que contrastan con las de Alemania (-0,3%), Francia (0%), Suecia (0,1%) o Austria (0,2%).