En declaraciones a Radio Intereconomía, José Olivé habla de un fortalecimiento del yen en la medida en que todo apunta a que "va a haber mucha repatriación de yenes del extranjero a Japón para pagar la reconstrucción. Lo peor que le puede pasar a Japón es encontrarse con un yen fuerte, porque tiene que refinanciar la reconstrucción, y es un país netamente exportador. Con un yen fuerte si la reconstrucción era complicada, ahora lo va a ser aún más. A mí no me extrañaría que el Banco de Japón intervenga comprando dólares y vendiendo yenes y que lo hiciera, además, junto con otros bancos centrales".

En toda esta situación, la Reserva Federal tiene un papel muy complicado en un momento en que la respuesta de los mercados puede derivar en una situación aún más complicada. “La FED tiene un papel bastante complicado, si que se esperaba que fuera a acabar la recompra de bonos en el mes de junio, pero en las circunstancias que estamos ahora mismo cualquier cosa es posible. Hay gente que habla de una posible recompra de bonos cuando se acabe ésta, otros dicen que va a mantener todo como estaba. La FED va a intentar tranquilizar a los mercados y de bajar la volatilidad lo máximo posible y si eso significa no anunciar otra recompra de bonos, lo hará", concluye Olivé.