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A esta afirmación se unen varios analistas como Scott Redler, que siguiendo el mercado americano a corto plazo afirmó "El mercado ha llegado a un 4% de descuento de sus respectivos máximos y los operadores han fijado los 1.770 puntos".
Viendo el gráfico del S&P 500 es más fácil entender porqué los 1.770 puntos es el nivel que sitúa al selectivo norteamericano al borde de un precipicio. En el mes de octubre de 2013 el índice intentó en repetidas ocasiones romper dicha zona hasta que por fin los alcistas abrieron el camino en noviembre. A partir de ese punto el selectivo se desplazó lateralmente por encima del soporte hasta coger impulso a finales del año y cerrar muy próximo a los 1.850 puntos.
El fuerte grado de sobrecompra del S&P 500 y las fuertes devaluaciones de la lira turca y el peso argentino respeto a las principales divisas motivaron a los osos a tomar la delantera en el mercado y propiciar las caídas en los últimos días de enero. Sin embargo, lograron respetar el soporte de los 1.770 puntos dónde en la actualidad ni los toros ni los osos parecen dominar el mercado.
La cotización del S&P 500 está oscilando entre los 1800 y los 1.770 puntos... si los vendedores ganasen la batalla y el índice consiguiera romper el actual soporte que forman los 1.770, probablemente el índice buscaría apoyarse en los máximos del 20 de septiembre situados en los 1.730 puntos. En el supuesto de que fueran los compradores los que finalmente vencieran en esta zona de congestión y el S&P 500 superara los 1.800 puntos debería enfretarse a su próxima resistencia en los 1.815 puntos, nivel dónde están situados los máximos de noviembre.
Ante este escenario... ¿Quiénes finalmente ganaran la batalla los toros o los osos?, ¿Estáis de acuerdo con el resto de analistas en la importancia del soporte situad en los 1.700 puntos?.