José Lizán recuerda que las bolsas por valoración no están caras, pero que las estimaciones de beneficios de cara a los próximos años pueden mermar. En definitiva, cree “que hay que ser muy prudente” en este contexto porque 2008 va a ser un año muy volátil y “los datos macro van a pesar”.Para José Lizán, Colonial cuenta con ingresos recurrentes todos los peses por alquiler de oficinas, además de contar con los activos de Riofisa, el suelo de Inmocaral, un 15 por ciento en FCC o su filial francesa. Es decir, cuenta con activos en su balance y “ahora mismo cotiza con un fuerte descuento sobre el valor de esos activos”. El problema –añade- es su deuda, en un entorno en el que el acceso al crédito es complicado. El interés mostrado por varios actores en la compañía es bueno y Lizán que Colonial encontrará una salida.
Castigo de FerrovialEste experto de Nordkapp entiende que no hay que estar en Ferrovial
porque “está sufriendo mucho” por su excesivo apalancamiento, pese a que su estrategia es buena. Cree que tendrá que desinvertir en algunos activos para sanear un poco su deuda. La noticia de la posible supresión de exenciones fiscales en BAA no es más que otro disgusto que le trae la compra de la británica, aunque cree que “fue una buena operación”. Respecto a Iberdrolaentiende que hay que estar en el valor y tomar posiciones en posibles recortes, de cara a una posible operación, a pesar de que “cotiza a ratios elevados, a ratios con prima de OPA”. No cree que vuelva a sus mínimos de 7,70 euros. La ausencia de un núcleo duro estable en la eléctrica ha propiciado que esté en el punto de mira de varias compañías y, a su juicio, la presencia de ACS en su capital y en el de Unión Fenosa, se tiene que solucionar de alguna manera porque no es sostenible.RecomendaciónJosé Lizán destaca que los metales preciosos están bastante en alza y que el “debilitamiento de la economía estadounidense, con unos tipos de interés bajando y un dólar depreciado” hace que el oro sea un buen refugio. Sobre todo porque, además, la renta fija también sufre una “volatilidad tremenda”. Los metales básicos “están cayendo, pero los preciosos suben con fuerza por esa búsqueda de refugio” -insiste- y cree que mientras la situación de la economía estadounidense siga así el oro seguirá en máximos.