El director de estrategia y asset allocation de Goldman Sachs, Christina Mueller-Glissmann explicaba en una entrevista con Bloomberg que el “Eurostoxx 600 subirá este año alrededor de un 8%, si se incluyen dividendos”. En su opinión, la bolsa se verá beneficiada de un euro más débil, del aumento de la demanda global y de la recuperación de los precios del petróleo.
Por su parte, el S&P 500 subirá en este mismo tiempo alrededor de un 4%. “
Wall Street todavía subirá, pero menos que Europa, que está recuperando el terreno perdido”, ha dicho. “Lo que está generando optimismo en Estados Unidos justo ahora son las rebajas de impuestos y el empuje de las políticas fiscales y las dos podrían decepcionar con el paso de los meses. Estamos convencidos de que Europa lo hará bien”, ha dicho.
En opinión de este experto, el optimismo sobre los beneficios de las políticas de Donald Trump para la economía podría haber ido demasiado lejos. Mientras tanto, las compañías exportadoras se verán impulsadas por la mayor debilidad del euro.
Apuntaba el experto que “va a ser muy difícil hacer realidad todas las promesas, mientas que los tipos de interés seguirán subiendo y las valoraciones siguen siendo extremadamente altas”, ha dicho. Es por eso por lo que la firma sobrepondera la renta variable europea e infrapondera la americana en un horizonte de doce meses. Sin embargo, en un plazo más corto, de tres meses, es neutral con respecto a Europa y sobrepondera al S&P 500.
Por sectores, Goldman Sachs favorece a la banca en Europa, ya que podría beneficiarse de una curva más empinada. En su opinión, los inversores pueden comprar bancos para cubrir su cartera de la sensibilidad de la subida de tipos.
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