Contra todo pronóstico, los mercados acogieron la victoria de Donald Trump con optimismo. La posibilidad de que sus políticas fiscales y la inversión pública hicieran mejorar el crecimiento, la inflación y el empleo habían dado alas a las bolsas. Tanto es así, que los inversores parecían olvidar que el nuevo presidente no solo cuenta con esa cara de la moneda, sino que la cruz es  igual, o más de pesada.
Trump arropó el rally de final del ejercicio pasado con sus políticas, siendo Trump.
¿Podría este fin de semana haber acabado con él sencillamente cumpliendo lo que había prometido y siendo, de nuevo, el mismo personaje que hacía correr el temor entre gran parte de los inversores?  

En su afán por correr y poner en marcha sus promesas, este fin de semana el nuevo presidente de Estados Unidos se ha dedicado a acelerar las deportaciones y a prohibir durante unos meses la entrada en el país de todos los ciudadanos de siete países musulmanes.

No es algo que sorprenda, ese mensaje ha sido una de las claves del programa que ha llevado al magnate rubio a la presidencia del país. Sin embargo parece ser que nadie esperaba que finalmente lo llevara a cabo. Este fin de semana el país se ha enfrentado a centenares de protestas a las que se han unido decenas de directivos de compañías entre las que se encuentran, por ejemplo, algunos bancos, Starbucks o la propia Apple.

La bolsa ha reaccionado hoy con fuertes caídas debido a que muchos inversores consideran que esta decisión de prohibir la entrada a ciertos países puede tener consecuencias económicas a nivel global.

Evolución de los índices durante la sesión de hoy

Wall Street hoy

Fuente: Bloomberg

Los expertos de Deutsche Bank explican que “aunque creemos que las políticas de Donald Trump pueden acelerar el crecimiento, lo cierto es que parece que hay muchas incertidumbres y pocas certezas de cómo pueden afectar”, ha dicho en una nota de hoy mismo.

Michael Hewson, director de análisis de CMC Markets en Europa apunta que estamos “ante un decepcionante inicio de semana en el inicio del fin de enero, ya que los inversores tienen que digerir las últimas órdenes del presidente Donald Trump ante el temor de que Estados Unidos puede haberse convertido en un lugar menos predecible para hacer negocios”, afirma.

En opinión de Remot Fritschi, director de ventas institucionales de ADS Securities, ha explicado a MarketWatch que “la prohibición de entradas socava la agenda de la globalización que ha ayudado a elevar las valoraciones de muchas cotizadas americanas en los últimos años. Mientras, la posibilidad de que estas mismas medidas se tomen con respecto a los ciudadanos americanos también puede perjudicar algunas iniciativas comerciales fuera del país.  Con las valoraciones de Wall Street tan altas esto puede ser un catalizador para tomar beneficios”, afirma.

Son muchos los expertos que aseguran que esta medida puede acelerar el proteccionismo económico y comercial con otros países. Un extremo que los mercados están poniendo en valor ahora, pero que no son ninguna sorpresa para los que han escuchado los discursos del nuevo presidente.

En UBS, por su parte, han aputando que estas medidas pueden acelerar la tendencia de los inversores de Oriente Medio desde hace meses; la venta de activos americanos y la compra de bolsa europea.

Por su parte, Colin Cieszynski, estratega jefe de CMC Markets va a más allá y se pregunta si “lo que se preguntan los mercados hoy es si este caos provocado por estos cambios temporales en la reglas de inmigración podrían ser la antesala de otras decisiones con respecto a las relaciones comerciales y los aranceles”. Recuerda que “durante el mercado bajista de 2000-2002 las caídas comenzaron el día en el que el presidente Bush estableció un impuesto a las importaciones de acero chino”, alerta el experto.
 
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