En los próximos 10 años se avanzará los mismo, a nivel tecnológico, que en los últimos 50. Es una de las afirmaciones de uno de tantos informes que cree que el sector todavía está “en pañales” y al que le queda madurar y desarrollarse. Algo para lo que todavía queda mucho tiempo, sobre todo si se habla de temas como la robótica o la Inteligencia Artificial.

De hecho, si la edad de la tierra la equiparáramos a un día, el hombre tendría 10 minutos de tiempo, dos segundos sería lo que ha transcurrido desde la primera revolución industrial y, desde que se ha empezado a hablar de robótica e IA, serían milésimas de segundos, asegura Leonardo López, Country Head Iberia y Latam de ODDO BHF para definir una temática “con mucho futuro, que está para quedarse y que tiene todas las oportunidades”.

Un sector sobre el que pesa mucho la falta de regulación, un factor importante viendo que la IA tiene muchas bondades pero que, si no se utilizan bien, puede generar varios problemas. “De este modo creo que los organismos deberían hacer un esfuerzo por regular, por el bien de todos: el de las compañías y el nuestro”, asegura Ana Fernández Sánchez de la Morena, socia directora de AFS Finance que cree que la seguridad cibernética debe ser una prioridad legislativa porque “si nadie regula nos vamos a convertir en esclavos de nosotros mismos”.

Un sector que va a suponer (ya lo está haciendo) un cambio transversal de todos los sectores de la economía y que “va a afectar a todas las capas de la sociedad. Todavía somos unos bebés tecnológicos, sobre todo en el ámbito culturar, social y  legislativo”, advierte Alicia Rueda, asesora de fondos en Esfera Capital.  Un sector incipiente que crece cinco veces más que la propia economía y del que se desconoce realmente cuál es su potencialidad.  

En este sentido hay dos teorías. Una más “catastrofista” que ve que en 20-30 los robots lo harán todo y, por tanto, el humano tendrá un salario mínimo de subsistencia que nos tiene que dar el estado de alguien que pague impuestos porque no seremos capaces de tener esa eficiencia en productividad, como sí la podría tener la robótica. La otra escuela de pensamiento, más racional, habla de esos procesos productivos y trabajos manuales donde puede tener sentido aplicar tecnologías o robóticas que permitan reducir errores, ser más eficientes pero siempre complementado con la racionalidad humana “en el sentido de que muchas decisiones pueden tener un objetivo de medio-largo plazo. Vemos más un complemento entre ambos actores  y es donde vemos que invertir tiene más sentido”, asegura Romualdo Trancho, Director Business Development Allianz Global Investors.

EEUU vs China. Europa no entra en la ecuación

Un escenario en el que no otro reto sino adaptarse, tal y como decía el propio Darwin. Está claro que habrá un proceso de adaptación necesario para que, a largo plazo, haya una mejora en la productividad que permitirá, al igual que ocurrió con la revolución industrial, un cambio en el ámbito laboral. A mejor, dicen los expertos.

Y aunque estos cambios suceden a nivel global, lo cierto es que cuando se intenta elaborar un mapa de cómo quedará el mundo hay tres realidades, a juicio de Allianz Global Investors. La primera es que EEUU tiene el principal centro de innovación con Silicon Valley: ahí es donde está el capital financiero y humano para desarrollar proyectos. Un país donde está liderando la inversión privada de los negocios frente a la inversión del gobierno. Europa, por el contrario, no tiene un proyecto común para ser la referencia a nivel tecnológico y por último, China ha dicho que en 2030 quiere ser líder mundial de Inteligencia Artificial. “Se le escapó la ola de internet y ahora no quiere que se escape la de la IA”. La economía china está apoyando a varias compañías, aunque todavía está en una fase muy incipiente y probablemente en 3-5 años será una realidad”.

Unas perspectivas en las que los gobiernos tendrán un papel relevante “no inyectando liquidez directamente a las compañías sino dándoles las directrices que quieres  seguir y haciéndolas conscientes de que si no entras en las reglas del juego, estás fuera de la competencia con lo que creo que es una dualidad entre el mensaje que dan los gobiernos y lo que hacen las compañía para sobrevivir”, sentencia Javier Velasco, selector de fondos de Andbank Wealth Mangement.

Una industria para la que no se ven otras perspectivas sino crecer. Las previsiones hablan de un crecimiento del 5-10% en el sector para los próximos años.  Juan Carlos Domínguez, Sales Director AXA Investment Managers prevé un crecimiento del 10% en la robótica y tecnología “que es un crecimiento reseñable viendo que el mundo crece al 3%”. En este sentido, tener un sector con una temática que crece a esos ratios supone una oportunidad. Y lo es porque las compañías que no estén invirtiendo hoy en estas temáticas “probablemente en dos años estarás fuera de juego”, asegura el experto de Allianz GI.

Salud, automoción o transporte, tres sectores en cambio

Los factores para medir ese potencial están claros, dice el experto de ODDO BHF: Si no hay datos, no hay Inteligencia Artificial y éstos crecen cada año, cada  vez habrá más datos y, por lo tanto, más oportunidades para beneficiarse de ellos a través de la IA. En segundo lugar, los costes de almacenamiento están cayendo exponencialmente y, por último, la inversión. Las grandes tecnológicas han invertido mucho y todos los segmentos de la economía están empezando a invertir porque acabará siendo una necesidad. “Estos tres favores combinados van a justificar un crecimiento exponencial en los próximos años en la temática de la Inteligencia Artificial”.

Si uno se acerca a los sectores que se verán más “impactados” por la llegada de estas nuevas tecnologías, transporte, salud o sector industrial son algunos de los podrían sufrir una auténtica transformación.  Sectores que, como en el caso de la salud, afecta a nuestra calidad de vida por la cantidad de aplicaciones que hay en la detección precoz de muchas enfermedades, en el  tratamiento efectivo de la enfermedad que tiene cada paciente… Un sector que ética y moralmente todos queremos que crezca. Más en economías como la europea, que cuenta con una población envejecida donde esas necesidades ser harán más patentes. Conducción autónoma, automatización y, desde AXA IM, hablan de un cuarto que son aquellas compañía que ayudan a implementar todas esas tecnologías en nuestra sociedad.

Las perspectivas son buenas pero cómo podemos aprovecharnos como inversores. La experta de AFS Finance cree que un buen punto de partida es alinear tus intereses con los de la propia temática. Sabiendo que los fondos temáticos “son fondos de renta variable con lo que si el inversor no tolera la volatilidad de la renta variable, no debería invertir su patrimonio en estos temas, salvo que los entienda muy bien”. Una temática que tiene sentido siempre que se piense en el medio y largo plazo. La experta de Esfera Capital  cree que la mejor manera de mitigar este tipo de riesgos es a través de una gestión flexible y diversificada donde “el inversor sea consciente de que la tecnología forma parte del día a día. Un sector donde la generación de expectativas es tal por el crecimiento potencial que tiene pero que, en cuanto haya un traspiés, las caídas pueden ser notables”.