Según Blackrock, los mercados parecen haber dejado atrás la situación de incertidumbre con la que comenzó el año. Los inversores han acogido con buenos ojos la decisión de reducir el ritmo de crecimiento de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal, que ya da casi por descartado mantener el nivel de las cuatro subidas para el año 2016.
Además, señalan que las políticas monetarias expansivas en los últimos años han llevado a que, a partir de ahora, toque lidiar con una situación de bajos rendimientos, ya que, como señala Blackrock en el informe “hemos estado pidiendo prestado del futuro”.

Además de un entorno de bajos rendimientos, Blackrock considera que la volatilidad irá en aumento conforme la Reserva Federal continúe en la senda de normalización monetaria e incremente los tipos de interés. Para sortear la volatilidad, desde Blackrock recomiendan apostar por el oro, títulos de deuda pública vinculadas a la inflación y divisas.  
Esta estabilización de la política monetaria provocará un repunte en el valor del dólar, camino contrario al que ha seguido en los últimos meses y que, a su juicio, explica el repunte al alza de las materias primas.

Entre los principales riesgos a los que se enfrenta a la economía a nivel global, el informe destaca la posible devaluación del yuan, así como la hipotética salida de Reino unido de la Unión Europea. Con todo, descartan que pueda producirse una recesión a corto plazo, ya que consideran que China ha remediado el problema que suponía la huída de capitales, aunque sí señalan que es probable que las tasas de crecimiento globales en el futuro se moderen ante el progresivo envejecimiento de la población, así como por los elevados niveles de endeudamiento.

Para hacer frente a este escenario, desde Blackrock recomiendan apostar por empresas con fundamentales sólidos y que cuenten con una política de dividendo atractiva. En ese sentido, recalcan que la rentabilidad por dividendo de las empresas que operan en las principales bolsas del mundo cuentan con una rentabilidad por dividendo superior a los intereses que proporcionan los bonos de deuda pública a 10 años de esos países. Como dato a señalar, el monto total de los títulos de deuda pública a nivel mundial que rinden intereses negativos ascienden ya a los 7 billones.