A pesar del contexto de incertidumbre marcado por la pandemia del Covid-19, los analistas de ATL no prevén caídas abruptas en renta variable; más bien esperan alguna corrección y contracción de múltiplos.
En cuanto a la recuperación tras la recesión, prevén que será en forma de K, es decir, una vez disipado el riesgo de contracción crediticia a nivel de sistema, se empieza a ver una diferenciación entre aquellas empresas beneficiarias del teletrabajo frente a aquellas cuya rentabilidad está directamente relacionada con una vuelta a la normalidad pre pandémica.
Además, no es descartable un cambio de liderazgo, donde las tecnológicas dejen su espacio en el mercado a otros sectores que han experimentado un buen comportamiento como es el caso del sector automovilístico, las materias primas o los valores cíclicos. La digitalización continuará con su crecimiento de beneficios, aunque, en un escenario de reflación con su consecuente subida de tipo de interés, la aceleración cíclica producida alentaría el repunte de los sectores mencionados anteriormente.
El escenario para los próximos meses en renta fija, según ATL, se enmarca en las subidas en los activos con componente de riesgo, considerando rentabilidades efectivas únicamente en high yield, en investmente grade y deuda bancaria. Aunque estiman un alza en las tasas de impago en el universo high yield, explican, los diferenciales actuales y los programas de compras de los bancos centrales apoyan este tipo de activo. Además, señalan el margen de mejora en cuanto a los mercados emergentes en un escenario positivo cuyas valoraciones son ajustadas en un escenario central.
En cuanto a valoraciones por PER, ATL Capital de cara a 2021, sitúa al Ibex 35 en 14,65v, inferior al ratio sobre resultados medio del selectivo español en el último ejercicio (24,46v). Además, las previsiones de la compañía colocan al selectivo español como segundo en rentabilidad por dividendo en la zona euro con un 3,33 % solo superado por el italiano FTSE MIB (3,67 %) y por encima también de los indicadores estadounidenses.
Dentro del sector energético, miran con optimismo a Repsol ya que la subida del precio del crudo beneficiará a la compañía y, añaden, es un valor que “depende mucho del margen de refino, que sigue en niveles muy bajos”. En cuanto a las utilities, los analistas señalan la venta de acciones por parte de los inversores de los valores que lo han hecho relativamente mal y sentencian en cuanto a las renovables que es un “sector de futuro” ya que ahora está a “unos precios muy caros y poco invertibles” aunque confían en el impulso de los programas de recuperación de la Unión Europea de recibir la financiación esperada.
EL BENEFICIO BRUTO DE ATL AUMENTÓ UN 34% EN 2020
La firma de banca privada española Atl Capital obtuvo un beneficio bruto de 926.000 euros en 2020, lo que supone un incremento del 33,92% respecto a un año antes, según informó la entidad.
En 2020, el patrimonio de activos bajo gestión y asesoramiento de Atl ha superado los 1.700 millones de euros, toda vez que han aumentado los clientes que confían en el servicio que ofrece la entidad de banca privada, hasta los 2.700 inversores.
La firma ha reforzado recientemente su equipo de profesionales con la incorporación de siete banqueros privados a sus oficinas de Madrid, toda vez que ha ampliado su gama de productos de inversión.
Además, su nuevo fondo de renta fija internacional Cuásar Optimal Yield, supone una alternativa para inversores que buscan cierto equilibrio entre el rendimiento de una rentabilidad esperada sin dejar de lado la seguridad de sus inversiones en bonos gubernamentales y deuda high yied.