Son varios los factores que se deben tener en cuenta para constituir una efectiva cartera financiera estructurada y acorde con las necesidades empresariales y el contexto económico en el que nos desarrollamos.

Las claves de una buena estructuración y gestión de una cartera de deuda, tiene que responder a tres sencillas cuestiones:

  • ¿A qué plazo conviene más endeudarse?
  • ¿Cuál es el entorno de tipos en el que se desenvuelve la empresa?
  • ¿Qué vías son más idóneas para satisfacer la necesidad de financiación?

En función de estas tres preguntas clave se podrá determinar la composición de la cartera financiera y por ende, de la estructura de deuda en la que incurre la empresa.

¿A qué plazo conviene más endeudarse?

Para la estructuración y gestión de la deuda, hablaremos de dos periodos temporales sobre los que se sujeta la deuda:  

  • Corto plazo: operaciones financieras en periodos inferiores al año.
  • Largo plazo: operaciones financieras en periodos superiores al año.

Se podría diferenciar un tercer periodo temporal, el medio plazo, pero realmente la temporalidad de éste dependerá de los límites que la empresa imponga a este concepto.

Por tanto se diferenciarán únicamente dos plazos entre los que la empresa decidirá, en función de los productos financieros existentes, la temporalidad. Además de tener en cuenta las necesidades financieras, el tipo de proyecto a financiar y el tipo de empresa, que jugarán un papel importante a la hora de resolver esta pregunta.

¿Cuál es el entorno de tipos en el que se desenvuelve la empresa?

Para resolver esta cuestión, tendremos en cuenta la pregunta anterior. Están estrechamente ligadas ya que dependiendo del entorno de tipos en el que se desenvuelve la empresa, es interesante endeudarse un plazo o a otro.

Esta decisión es clave para los directores financieros de las empresas que tendrán que realizar un análisis primario y otro posterior, para decidir qué parte irá a cada plazo, a qué tipos y qué vías se escogerán.

Es necesario saber dos nociones básicas que ayudarán a la resolución de esta pregunta:

  1. Si se desenvuelve en un entorno de tipos bajos, con tendencia bajista, será conveniente endeudarse en el corto plazo porque el tipo de interés prefijado para la financiación será competitivo ahora y no en un plazo posterior.
  2. Por el contrario, si en el entorno de tipos se desarrolla sobre una tendencia alcista será conveniente endeudarse a largo plazo. Endeudarse a largo plazo implica que el tipo de interés sobre el que se fija la financiación, al fijarse en el momento actual en el que los tipos son inferiores, es muy competitivo en los posteriores años.

¿Qué vías son más idóneas para satisfacer la necesidad de financiación?

Posterior al primer análisis en el que se observa el entorno de tipos, se realiza un análisis secundario para valorar la información recabada en las anteriores preguntas y extrapolarlo a los diferentes proveedores financieros.

La recomendación es diversificar en proveedores financieros. Una vez tomada la decisión del periodo sobre el que recaerá el endeudamiento determinado por el entorno en el que la empresa se desenvuelve, valorar las diferentes vías y diversificar para garantizar mayores posibilidades financieras y la seguridad de las fuentes.

Esto es así porque si se diversifica en fuentes, las condiciones serán mejores y además, se evitan turbulencias ya que cada una de ellas va a estar influenciada por una serie de factores independientes y diferentes las unas de las otras.

Por todo esto, será conveniente que incluyas modalidades financieras alternativas que sean complementarias a la tradicional. Una de las más importantes y que más peso está cobrando entre las pymes, autónomos y emprendedores españoles es el crowdlending, ¿aún no lo conoces? MytripleA, plataforma de financiación e inversión en crowdlending te lo pone fácil. Haz clic aquí y descubre las dos partes.