- Hablamos de las previsiones de esta semana que comenzamos. El dato más importante va a ser el del PIB trimestral. Estaba en el 2,6%, parece que podría pasar al 2%. Conoceremos, entre otros, también el índice de precios de la vivienda del mes de febrero o la confianza del consumidor de la Conference Board, entre otros muchos datos…

Bueno, estamos viendo dos cosas que dominan el mercado. Los precios, la inflación, los costes, la cadena siguiendo desde el consumidor hasta el productor.  Y ahí es donde el mercado está sumamente enfocado. Si estamos viendo que las expectativas de precios están subiendo por arriba de las estimaciones y cuál es la reacción correspondiente de la Reserva Federal. Y ahí es donde navega el mercado entre esos datos, como dicen en EEUU muy dependientes de los datos. Hay pocos catalizadores dentro del mercado estadounidense fuera de ese contexto que pueden impulsar al mercado o la propia economía. Es un baile muy delicado entre la economía real y la confianza del consumidor contra lo que quiere hacer la Reserva Federal. En Estados Unidos en particular, el consumidor es como la roca, lo más importante de la economía americana. Está saliendo a comprar, está ahorrando, se está apalancando. Entonces, hay que mirar ese dato en particular con mucha atención. 

- Precisamente, la semana pasada conocimos el Libro Beige de la Reserva Federal y apunta que los precios han aumentado en las últimas semanas pero de una manera más moderada y que incluso ese aumento se está desacelerando. No se habla de recesión, aunque como comentabas, la inflación sigue siendo alta. ¿Qué cree que hará ahora la Reserva Federal con los tipos de interés en el mes de mayo? 

Ahora parece que la Reserva Federal están supuestamente bastante dividida con respecto a eso, porque la economía, sobre todo los mercados, están apostando porque van a bajar los tipos de interés, va a caer la inflación y que la Reserva Federal nos va a pintar un poco el final del cuento y nos a avisar cuando van a empezar a reducir los tipos de interés. La Reserva Federal está muy dividida. La inflación es una enfermedad super seria para las economías grandes del mundo y con una potencia destructiva inmensa. Vemos como algunos miembros de la Reserva Federal van a votar para continuar subiendo los tipos de interés 25 puntos básicos más en la próxima reunión y posiblemente en los próximos años se va a seguir barajando subir tipos. El mercado, por su parte, descuenta que la Fed va a terminar sus alzas de tipos, los va mantener por lo menos en el próximo año, año y medio o quizá incluso los va a rebajar. No creo que tenga mucho sentido hacer eso antes de que veamos que la inflación realmente está cayendo de una forma tangencial.  

- Janet Yellen, la secretaría del Tesoro de Estados Unidos, comentó la semana pasada que si los bancos endureciesen el acceso al crédito no habría necesidad de subir los tipos de interés. ¿Qué opina al respecto?  

Es un muy buen punto. Sí, los bancos son el núcleo central entre el consumidor y el dinero, o sea, el ciudadano no opera directamente con la fe, al menos si no estás comprando bonos. Los mismos bancos pueden apretar las condiciones con una escalada efectiva, pero también genera riesgos para su negocio, y sobre todo con este ambiente  con los bancos medianos y pequeños que quebraron como Silicon Valley Bank y firmas como Apple lanzando productos financieros. Me imagino que los bancos grandes nacionales e internacionales están un poco asustados con hacer cambios radicales, sobre todo algo que les puede afectar en los depósitos.  

- Hablaba precisamente de lo que está haciendo Apple, ha lanzado Apple Card en colaboración con Goldman Sachs. ¿Crees que las tecnológicas se van a lanzar a tener su propia tarjeta de crédito? ¿Cómo afectaría a los bancos?

Sí, me da casi pena, porque llevo probablemente 10 años diciendo que esto iba a pasar, sobre todo hablando sobre Apple, también he escrito informes y ensayos sobre esto de que Apple se pueda comer el negocio comercial de los bancos y me parece súper interesante.  Apple lleva tiempo en el mundo financiero, lanzaron una tarjeta de crédito hace varios años, lanzaron un programa para financiar los productos que ellos venden hace varios años, por lo que no me sorprende que ahora se estén metiendo en el negocio de los depósitos. Creo que tienen toda la infraestructura para hacerlo, tienen la asociación con Goldman Sachs, y también es parte de una tesis de inversión de largo plazo que tengo: los bancos se pueden convertir en ‘utilities’, tenemos un ecosistema donde hay varias empresas de tecnología que le prestan atención al cliente y operan con los bancos en el fondo como si fueran una empresa de electricidad. Es una opinión un poco a vuela pluma, pero estamos progresando en esa dirección, y es súper interesante si vemos a otras tecnológicas entrando en el mundo financiero. Twitter ha lanzado acceso a criptos, vía la firma etoro, que es una firma como Robinhood, un broker, por lo que están integrando finanzas con redes sociales. Otro ejemplo es PayPal lanzando servicios de criptodivisas. Estamos viendo una mezcla entre el mundo de internet, lo que es el ‘big data’ y las herramientas y el mundo digital y el mundo bancario tradicional, que utiliza infraestructura muy vieja, depende bastante del Estado, depende de protocolos de tecnologías que se usaban anteriormente. Van a llegar muchísimos cambios, eso sí quién va a ganar no se sabe.  

- Tendremos que ver los resultados de estas empresas en los próximos meses, por ahora hemos conocido los del primer trimestre, entre ellos algunos bancos reportaron sus beneficios, por ejemplo Bank of America, IBM, tecnológicas… Elon Musk tuvo una semana muy mala, a Tesla le fue bastante mal en esos resultados, también su cohete que lanzó al espacio y ha perdido muchísimo dinero

No creo que a Elon Musk le importe mucho cómo le van sus acciones día a día en el mercado, o sea, él está muy motivado en armar plataformas y soluciones nuevas. Me da pena que le explotara su cohete, pero es parte de ese negocio, supongo, no lo conozco  muy bien. Musk está desarrollando mucha innovación y esto genera mucho riesgo también  para las mismas empresas. O sea, el negocio de banca es muy viejo, o sea, es un negocio que se conoce bastante bien, los que tienen experiencia operándolo, lo conocen bien, te podemos hablar un poco  de Robinhood, este ejemplo lo menciono bastante, que hace al principio del Covid-19 hubo mucha  volatilidad en los mercados y Robinhood tuvo que cerrar la plataforma durante las horas del mercado para continuar, para no sé, para resolver los problemas que tenían y cuando analizamos ese problema era un resultado de falta de experiencia del mercado. Y en este ambiente, con los tipos de interés subiendo, no hay muchos operadores en el sistema financiero que están acostumbrados a operar bajo estas condiciones de mercado.  Entonces, ahí es donde podemos ver errores con esta nueva onda de empresas tecnológicas que están lanzando soluciones financieras muy convenientes, visualmente atractivas o rápidas, pero no se sabe si tienen los equipos de gestión que tienen la experiencia para gestionar, navegar este ambiente. Vamos a ver el resultado del negocio financiero de Apple y analizandolo como una firma financiera y ahí podemos entender si saben lo que están haciendo o si están utilizando la hoja de ruta que no es. Las ‘fintech’ los últimos 10 años trataron de ganarle a los bancos, a las gestoras de fondos, apalancándose con tecnología, lo que no lograron entender es que para montar un negocio de tecnología con esa escala requiere una inversión enorme... Montar sistemas, contratar ingenieros, tienes que construir una catedral. En cambio, el negocio de banco es finito, o sea, es presto 10 dólares y me pagan un dólar. Si pido prestado los 10 dólares y le pago 50 centavos, tengo ese diferencial. Si usan la estrategia de tecnología para armar un negocio financiero, vas a gastar muchísimo y vas a gastar muchísimo en adquirir los mismos clientes. Si tú gastas 1.000 dólares para adquirir una cuenta de un cliente nuevo en  las redes sociales… Gastas 1.000 dólares para conseguir ese cliente, te depositas 100 y nunca más te deposita más, estás perdiendo dinero en ese negocio, o sea, se te quemó el barco. Y eso le pasó a varias firmas en los últimos 10 años, las fintech son dentro del capital riesgo el sector más afectado entre 2022 y 2023, mucho más que las tecnológicas convencionales. 

- Hablaba de tecnológicas, de bancos y precisamente estamos conociendo que van a despedir a empleados. Por ejemplo, Meta va a seguir con sus despidos y también Bank of America va a despedir a  4.000 personas y también ha anunciado recortes Disney

Condiciones financieras. Suben los tipos de interés, el dinero es más caro, todo el mundo cambia su enfoque de crecimiento a rentabilidad. En este giro de posicionamiento vemos pánico y prudencia también. En el caso de Meta lo ves en los mercados, cuando una empresa grande anuncia que están recortando equipos para tomar una nueva dirección estratégica, normalmente ves que la acción sube. Meta este año creo que ha subido casi un 80%. Está uno a uno con el bitcóin, que es una correlación muy interesante. Pero le va muy bien a la empresa, al mercado le gusta mucho el esfuerzo por recortar plantilla. En una ciudad como Nueva York ha causado mucha tensión este tipo de despidos en Alphabet, Meta, los mismos bancos… Es parte del momento, es parte de las condiciones financieras y las expectativas de los inversores de esas mismas empresas y tiene un impacto social: nuevas empresas, nuevas innovaciones, nuevos productos, nuevas soluciones, nuevas culturas. De aquí sale innovación y competencia. Y la verdad es que puede ser algo muy positivo. Pero creo que lo importante es que a las empresas tecnológicas se les acabó la fiesta. El inversor espera retorno y espera un modelo de negocio que tenga rentabilidad. Y es una próxima fase para las empresas tecnológicas, recortando comidas gratis y grandes  fiestas. Es algo que vimos en Wall Street hace 20 años, más o menos, cuando tuvimos que ajustar el exceso de la industria.  

- Hablabas, Miguel, de nuevas soluciones, de nuevas empresas. Y yo quería darte la enhorabuena por tu nuevo proyecto Autonomía. ¿Cuéntanos en qué consiste? 

Autonomía consiste en una consultora enfocada en esta nueva onda de tecnología y cómo la podemos aplicar en el mundo financiero, en las finanzas descentralizadas, la inteligencia artificial y la Web3. También aportamos ese enfoque cultural tecnológico que siempre he tenido en mi trabajo como analistas.