Perspectivas y riesgos 2026
De cara a 2026, nuestro escenario es de un aterrizaje suave de la economía. Esto implicaría un crecimiento algo más modesto, pero todavía en niveles sólidos. Con una inflación quizá, manteniéndose ligeramente elevada, pero yendo hacia los objetivos de los bancos centrales, lo que permitiría cierto margen para que las autoridades monetarias mantuvieran una política monetaria cercana a niveles neutrales o más neutrales.
Esto sería favorable para el crédito, también obviamente un impulso para el crecimiento, y unido a una política fiscal muy focalizada en la inversión, permitiría probablemente una extensión del ciclo económico, que sería muy favorable en general para activos de riesgo.
Obviamente, aunque este sea nuestro escenario principal y pensemos que los riesgos están bastante balanceados, no somos ajenos a ellos, e identificaríamos quizá como los principales, en primer lugar, los relacionados con los aranceles, no tanto por su impacto económico, que ya hemos visto que no está siendo muy elevado debido principalmente al colchón que tienen tanto familias como empresas, pero sí que es cierto que su parte más política, podría generar cierta incertidumbre, que se utiliza como estrategia geopolítica. De hecho, la geopolítica será probablemente uno de los principales riesgos de este 2026, como lo ha venido siendo en el 2025 también, y pensamos que principalmente los impactos económicos o los posibles impactos económicos y la incertidumbre que podían tener determinadas acciones políticas relacionadas, como ya hemos comentado, los aranceles, sanciones, etcétera.
Otro riesgo que vigilamos es el de las valoraciones. No somos ajenos a que las valoraciones son bastante exigentes, sin embargo también es cierto que las expectativas de beneficios son muy fuertes, y en ese sentido creemos que las valoraciones se justifican tanto en estas expectativas de crecimiento de beneficios como en la evolución de la economía.
Y añadiría también tensiones en la deuda, sin dramas, pero tensiones derivadas de cierta incertidumbre respecto a la sostenibilidad fiscal de los gobiernos que podrían derivar en cierto repunte de tipos de interés con consecuencias, como decíamos antes en las valoraciones, que podrían llevar a cierto impacto en los mercados financieros.
Pero insisto, son riesgos que estimamos que son balanceados, tenemos confianza en nuestro escenario principal y no hay que olvidar que la gestión debe hacerse enfocada en el escenario principal sin perder de vista obviamente los riesgos, pero enfocada en los escenarios principales.
¿Qué activos y regiones creéis que funcionarán mejor en el 2026?
Este escenario positivo que hemos comentado, nosotros lo invertiríamos principalmente de tres maneras:
- El pilar de crecimiento sería la renta variable, donde insisto, aunque vemos unas valoraciones exigentes entendemos que el incremento de los beneficios y el momento del ciclo económico justifica estas valoraciones y, por tanto, creemos que todavía tiene sentido y podría seguir teniendo recorrido. Por otro lado, no hay que olvidar que los cambios de tendencia en renta variable se producen principalmente en escenarios donde la política monetaria se vuelve más agresiva o en escenarios recesivos y ninguno de los dos está ahora mismo, insisto, entre nuestros escenarios principales.
- El segundo pilar, las estrategias de carry que serían las relacionadas principalmente con el crédito privado. Aquí de nuevo entendemos que los spreads, esto es el diferencial que se paga entre lo que ofrece el crédito y lo que ofrecen los gobiernos, porque el spread es el dinero, entendemos que es muy bajo, pero al final la rentabilidad total de estas inversiones sigue siendo muy elevada y muy atractiva en escenarios como el que estamos diciendo, en escenarios de crecimiento económico sostenido y expansión del ciclo. Tampoco hay que olvidar, por otro lado, determinados gobiernos, tanto de países emergentes como de países desarrollados. En emergentes podríamos tener ejemplos en Latinoamérica, en desarrollados, por ejemplo, el Reino Unido, donde además de un carry atractivo encontramos políticas monetarias que van a ser algo más expansivas y que podrían también ayudar a los bonos gubernamentales.
- Y finalmente, nuestro tercer pilar sería el oro. El oro ofrece principalmente dos cosas, que es diversificación y en segundo lugar aprovecharnos de una tendencia que nosotros consideramos que es estructural, fundamentada en motivos bastante sólidos, como son principalmente la fragmentación geopolítica; y en segundo lugar, cierta desconfianza de los inversores hacia una Fed o unas autoridades monetarias más preocupadas o que no se preocupen tanto por la inflación como por el crecimiento y también ante una política fiscal que no estuviera enfocada en esa sostenibilidad fiscal en el largo plazo. Y todos estos motivos, en principio, son positivos para el oro.
Así que, insisto, en este escenario positivo y relativamente optimista que venimos comentando, los pilares de la cartera estarían formados por estrategias de renta variable como parte de crecimiento, carry y finalmente oro.
¿Qué criterios clave utilizáis a la hora de seleccionar activos y construir carteras que equilibren rentabilidad y control del riesgo a largo plazo?
Nosotros, en el equipo de asignación de activos de Santander AM mantenemos una filosofía conocida como “global macro” sostenida en un enfoque principalmente sistemático. Por tanto, nuestro punto de partida son los escenarios económicos.
Estos escenarios económicos se ven reflejados en nuestras asunciones de mercado de capitales, lo que se conoce como Capital Markets Assumptions, los CMAs. Esto refleja nuestras expectativas en cada clase de activo, tanto de rentabilidad como de riesgo y sobre ellos y en línea acompañados de los mandatos específicos de cada cliente, sea interno o sea externo, es sobre donde construimos carteras optimizadas al mandato, a la rentabilidad y al riesgo que se quiere asumir.
En base a estas carteras o en base a estas asunciones de mercado de capitales que nos permiten estas carteras optimizadas y customizadas para cada tipo de cliente, aparte podríamos añadir cierta capa de flexibilidad a través de operaciones que serían más tácticas o cambios más tácticos que se adapten al contexto específico de mercado en cada momento.
¿Qué consejos darías a los inversores que buscan posicionarse de forma sólida ante posibles escenarios de desaceleración económica o cambios geopolíticos?
En primer lugar, insistir en que nuestro escenario principal no es ese, nuestro escenario principal es relativamente optimista, benigno y favorable a activos de riesgo.
Dicho esto, si alguno de los riesgos que hemos comentado u otro que no tenemos en cuenta se materializase y eso cambiase el escenario económico, es importante que el inversor sepa que no existe ningún activo que de forma, llamémosla barata; es decir, que no tenga un coste demasiado elevado o de forma óptima nos vaya a proteger de todos los escenarios malos de mercado. De hecho, cada escenario de mercado tendrá un activo que se comportará mejor o peor dependiendo.
Por ejemplo, si pensamos que el riesgo que se va a materializar es un riesgo geopolítico o financiero, normalmente, históricamente, lo que lo ha hecho mejor en estos escenarios es el oro. Pero si el tipo de riesgo que se materializa es una recesión con consecuencias deflacionarias, históricamente lo que mejor se han comportado son los bonos de gobierno, sobre todo los de mayor calidad. Si, en cambio, hablamos de un escenario tipo 2022 de crecimiento fuerte de la inflación y política monetaria muy agresiva, entonces ya vemos que los bonos gubernamentales no se comportan bien, sino que aquí tendríamos que irnos a otro tipo activo, quizá materias primas, por ejemplo.
Es decir, cada clase de activo tiene un riesgo distinto y en este contexto, teniendo todo en cuenta, nosotros pensamos que la única forma, no de protegernos totalmente lógicamente, pero sí de optimizar la rentabilidad que podemos obtener a estos riesgos, creemos que lo ideal se basa en dos pilares fundamentales:
- El primero, en el largo plazo, la diversificación de la cartera. Aquí obtendremos beneficios e, insisto, optimizaremos cada unidad de riesgo en unidades de rentabilidad.
- Y, por otro lado, en el corto plazo, mantenernos en nuestro perfil de riesgo. Es decir, sobrevivir al corto plazo, es lo que nos va a permitir llegar a ese largo plazo y para ello tenemos que tener siempre unos niveles de riesgo que nos permitan sobrellevar de forma cómoda, y aquí hablo de un punto de vista más psicológico, las partes más negativas del ciclo.