Durante la parte final del 2020 fuimos testigos de una rotación en las carteras. Algunos, olvidados de la gestión 'value', volvieron a tomar protagonismo, y sectores como el energético atrajo los bolsillos de los inversores que buscaban aprovechar el tirón.

Si bien es cierto que se habla mucho de las energías renovables, no debemos olvidarnos de aquellas energías tradicionales que están en pleno proceso de transición hacia la sostenibilidad. Las perspectivas hacia el sector de energía renovable de largo plazo son favorables debido al apoyo público y privado. Las acciones de energía alternativa están infravaloradas debido a la deprimida confianza en el sector energético, aunque los fundamentales de las energías renovables siguen siendo sólidos.

Es por ello que aunque aún se observa en algunas fuentes de información la diferenciación entre sector energía y sector energía alternativa, prácticamente hay una efímera línea entre ellos porque la gran mayoría esta en un proceso de transformación hacia una inversión sostenible. Entre los fondos clasificados en renta variable del sector energía, encontramos 12 fondos que en conjunto alcanzan unos activos bajo gestión que alcanza casi los 12.000 millones de euros, y cuya rentabilidadmedia a 3 años es del -18,4% y del -16% a un año.

En cuanto a aquellos fondos clasificados como renta variable sector energía alternativa hay 5 fondos, con unos activos que superan los 14.000 millones de euros y que en los últimos tres años alcanzan una rentabilidad que ronda el 130% y que en un año fue del 86,7%.

Entre los fondos de energía encontramos un fondo de una gestora española que llamó nuestra atención por su consistencia en la gestión y resultados, y es el fondo Ibercaja PetroquímicoFI que, a pesar de su reducido volumen, el equipo gestor ha mostrado que la selección de valores ha dado resultados muy a pesar de un entorno en contra y se ha posicionado en mejores lugares que sus competidores, con una rentabilidad media a 3 años del -4,06% cuando la media de sus competidores es de -7,56%. Sin embargo, este fondo acaba de anunciar su fusión con Ibercaja Utilities y ahora se denominará Ibercaja New Energy, que invierte en activos de tendencias como energía limpia y renovable, industria sostenible, renovación y construcción eficiente para mejorar la eficiencia energética y movilidad sostenible, basando su proceso de inversión en factores financieros y extra-financieros ASG. Habrá que seguirlo de cerca para ver si mantiene la misma evolución.

El fondo Ninety One GSF Glb Energy es un destacado del sector, posicionado entre los primeros lugares por rentabilidad y con unos activos superan los 380 millones de euros y gestionado por Tom Nelson (rating A por Citywire), y que aunque a 3 años reporta una rentabilidad negativa del -17,6% (en línea con la media del sector), en el cuarto trimestre del 2020 alcanzó una rentabilidad superior al 23%. Generalmente se ubica entre primer y segundo cuartil por rentabilidad y una volatilidad menor que la media de sus competidores. Morningstar le otorga 3 estrellas.

El fondo invierte en empresas dedicadas a la exploración, producción y distribución de petróleo, gas y otras fuentes de energía, incluidas las renovables, así como en empresas que prestan servicios a la industria energética. Su cartera esta integrada por entre 40-50 valores y los 10 mayores representan algo más del 42% de los activos. Entre las principales posiciones están Total (8,8%), BP (6,8%), Royal Dutch Shell (4,2%), Conocco Phillips (3,6%), Phillips 66 (3,2%), Galp Energía (3,2%), Eni SpA (3,2%), Valero Energy (3,1%), Novatek (3,1%) 6 Cnooc (3%).

Por sectores, claramente el sector petróleo y gas tienen una mayor representación en la cartera, seguido de exploración y producción de petróleo y gas y entre estos dos sectores representan casi el 50% de la cartera, mientras que el resto esta muy diversificado. Y por exposición geográfica Estados Unidos es casi el 30%, mientras que Reino Unido, China y Francia más del 10% cada uno.

Entendemos que haya inversores que les preocupe las rentabilidades negativas del pasado, pero como explicamos en la nota El rally energético manifestado en fondos de inversión, las expectativas hacia adelante son favorables para el sector energético y un cliente podría hacer una combinación entre un fondo como este último y alguno de los de energía alternativa.

Entre los fondos de energía alternativa a considerar está el Gunness Alternative Energy, que invierte en energía alternativa (como solar, eólica, hidroeléctrica, geotérmica, biocombustible y biomasa), y que se beneficia del efecto combinado del incremento de los precios de la energía como de la caída de los costes de los activos de la energía alternativa. Se diferencia de otros fondos ya que los gestores de este comentan que su proceso de inversión es una combinación de top-dowm (50%) y bottom-up, con un sesgo a empresas valor. Los activos de la estrategia ascienden a 400 millones de dólares a final de 2020. Morningstar le otorga una puntuación de sostenibilidad de las más altas.

La cartera del fondo es muy concentrada, integrada por 30 posiciones y donde las 10 mayores representan el 38,3% de los activos, con una liquidez del 3%. Entre sus mayores posiciones destacan: la canadiense TransAlta Renewables, generadora de energía eléctrica y comercializadora mayorista. Opera en Canadá, Estados Unidos y Australia; Siemens Gamesa Renewable Energy, con un peso del 4%; la coreana Samsung SDI, que en el última año ha subido más del 130%; la china Xinyi Solar Holdings, también con un alza importante en la cotización de sus acciones pero también con unos márgenes operativo y bruto muy superiores al promedio de la industria; NextEra Energy, que opera en Estados Unidos y Canadá, incluida en la lista Fortune 500 con un margen operativo en los últimos 12 meses del 32,45% vs. 18,41% de la industria; incluye a la española Iberdrola, con un peso del 3,8% entre otras posiciones.

En cuanto a exposición geográfica, el 40% está en EE.UU., 13,4% en China, 7,8% en España, 7,7% en Canadá, 7,6% Corea del Sur y 7% en Francia; y menos del 4% en Dinamarca, Suecia, Alemania y Reino Unido.  Y en la exposición sectorial destaca el 29% en equipamiento, seguido del 17% en electricidad renovable, el 16% en vehículos eléctricos, 10,8% en Pilas, tecnologías de la información 7%, entre otros.

El fondo ha conseguido rentabilidades atractivas en los últimos años (superior al 30% en 2019 y superior al 65% en 2020), aunque en el 2018 cayó cerca del 11,9%. Según Citywire, a 1 año el fondo se posiciona en el lugar 1 de 7 fondos, mientras que a 3 años lugar 2 de 6 fondos, con una volatilidad del 24% en ese periodo.

Y el fondo Allianz Smart Energy, un fondo que dará mucho que hablar ya que, a menos de dos años de su lanzamiento, ha tenido unos resultados muy favorables en 2020, superando el 44% de rentabilidad, destacando en su categoría. A medida que los gestores sigan demostrando consistencia en su proceso de inversión y en sus resultados, confiamos que el fondo alcance un volumen mucho mayor al actual (rondando los 45 millones de euros).

Durante el primer trimestre del 2020 el fondo se vio impactado por la volatilidad del mercado, cayendo cerca del 13%, sin embargo, la recuperación del segundo y cuarto trimestre fueron de doble dígito, y un tercer trimestre de rentabilidad cercana al 8%.

El universo de inversión son compañías beneficiarias del proceso de transición energética hacia una energía más limpia, un almacenaje de esta eficiente y un consumo de energía sostenible. Su cartera, con un sesgo a un estilo de crecimiento y de empresas de tamaño medio, está formada por unas 50 posiciones, entre las que destacan EDP Renovables, Samsung SDI, Antofagasta, Nidec Corp, Umicore, entre otras. Las 10 mayores posiciones representan cerca del 33% de los activos. Es el sector industrial el que muestra una clara sobreponderación, seguido del tecnológico.