No hay mal que por bien no venga, eso dice el refrán español y que puede aplicarse a los malos resultados de Tesla, que bajo sus ventas  cayerón un 9% y sus beneficios se desplomáron más de un 50% con respecto al periodo anterior.

Pero Elon Musk, supo hacer una de esos anuncios que tanto gustan a los inversores, si vendemos menos, ahora vamos a cambiar las cosas para vender más y vamos a construir coches más baratos.  El mercado se lo tomó con alegría y la acción subió un 11% en bolsa.

Aunque en la otra cara de la moneda, están las petroleras, a más coches electricos por las calles, menos gasolina van a poner, el panorama automovilístico está cambiando rápidamente, y Repsol no es ajeno a ello. La compañía es consciente de la disminución constante de los vehículos de combustión y la acelerada transformación hacia la movilidad eléctrica le perjudica en sus proyecciones de futuro.

China se erige como un actor clave en este escenario, impulsando la producción y venta de coches eléctricos tanto a nivel nacional como en Europa. De hecho, según el Financial Times, las automotrices chinas están construyendo una flota de 8 buques mercantes, cada uno con capacidad para transportar 5.000 vehículos eléctricos. Los dos primeros buques ya están operativos y se espera la llegada de más en los próximos 30 días, inundando el mercado con "coches eléctricos made in China". Sumale a esto los nuevos coches electricos de Tesla.

Vean en el gráfico la fabricación de vehículos eléctricos Chinos:

Si Repsol ha subido en el pasado en bolsa, solo ha sido por la inestabilidad del petróleo  ante una escalada en el conflicto de  Israel-Irán, y que se pudiera cerrar el estrecho de Ormuz, por dónde navega el 30% del crudo a nivel mundial, lo que podría hacer que se disparara el precio del petróleo. Una vez disipado este riesgo para el petróleo, Repsol empieza a sufrir ante las perspectivas futuras.

Según el analista José Luis Cava, llega a la conclusión de que mientras el precio del petróleo se mantenga por debajo de 94, el conflicto está “controlado”.

Viendo la evolución de Repsol en bolsa en el último trimestre, observamos cómo la petrolera Repsol cogió tracción cuando subió el precio del petróleo, pero en cuanto han desaparecido las tensiones geopolíticas, la compañía vuelve a la cruda realidad y es que el petróleo seguirá bajando de precio y la transición energética que tiene que realizar, será muy costosa para ellos.

Repsol ha presentado resultados el pasado 25 de Abril , ganando un 13% menos que el periodo anterior, debido al impuesto a las energéticas y a la caída del precio del gas, que ha sido por otro lado el gran salvador de la inflación en Europa, 

Aunque quizás lo más relevante, aunque no haya sido la deuda neta de Repsol, que se duplica en el primer trimestre por inversiones y capital circulante.

Repsol vio cómo su deuda neta se disparaba hasta los 3.901 millones de euros al cierre del primer trimestre de 2024, una cifra que duplica los 2.096 millones con los que cerró el ejercicio 2023.

Este incremento se debe principalmente a dos factores:

Mayores inversiones: La compañía ha realizado importantes inversiones en sus negocios, tanto en el área de exploración y producción como en el de bajas emisiones.

Aumento del fondo de maniobra:

El fondo de maniobra, que refleja la diferencia entre los activos corrientes y los pasivos corrientes, experimentó un incremento temporal durante el trimestre.

Como consecuencia de este aumento de la deuda, el ratio de apalancamiento del grupo energético se elevó hasta el 11,5%, frente al 6,7% con el que cerró el año 2023.

Recordemos que las empresas con deuda están siendo penalizadas por el mercado, y la petrolera Repsol va a tener que aumentar sus inversiones en los próximos años para convertirse en una empresa de cero emisiones contaminantes, que es dónde está el potencial en bolsa, cómo le ocurre la eléctrica Iberdrola, que tiene un potencial en bolsa del 25%.

Repsol: Entre las 50 empresas más contaminantes y ante un futuro eléctrico

Cómo es de esperar, la petrolera Repsol, figura poco alentadora en el panorama global de la contaminación, se posiciona entre las 50 entidades que más CO2 emiten a la atmósfera, según el informe anual de InfluenceMap. Este análisis, que evalúa a las 200 empresas, corporaciones y países con mayor impacto ambiental, sitúa a la compañía española como una de las principales Carbon Majors (grandes emisoras de CO2).

El informe de InfluenceMap revela que Repsol acumula unas emisiones de 4.584 millones de toneladas de CO2 equivalente desde 1964, una cifra alarmante que pone de manifiesto el histórico papel contaminante de la empresa.