Si bien la inversión responsable (RI del inglés) existe desde hace muchos años, es ahora cuando el foco de las miradas y bolsillos se centran en el tema y no se habla de otra cosa. Grandes inversores y empresas están acumulando billones de dólares para financiar el abandono a los combustibles fósiles y promover la reducción de emisiones de carbono. Los activos en fondos de inversión centrados en factores ESG se triplican en tres años, según los últimos datos disponibles.

La sostenibilidad está a la orden del día. Si bien, hace muchos años ya los gestores activos utilizaban criterios sostenibles, de gobernanza y sociales a ha hora de hacer su stock picking, ahora incluso existe una regulación al respecto y muchas agencias de calificación que se han sumado al carro.

Los activos en fondos de inversión centrados en el medio ambiente superan los 2,25 billones de dólares (trillones americanos) a nivel mundial en la primera mitad del año según datos de Morningstar, prácticamente triplicando la cifra en tres años. Europa sigue liderando la liga, con casi 1,8 billones de dólares, o bien el 82% del total, cuando EE.UU. tan sólo acapara el 14%.  El aumento en la cantidad de productos en todo el mundo, el alza de los mercados y flujos positivos se encuentran por detrás del incremento de activos. También es Europa la que lidera en cuanto a flujos e el segundo trimestre del año, con 112 mil millones de dólares (81% de los casi 140 mil millones a nivel global).

No obstante, los flujos a estas estrategias caen un 24% en relación con el primer trimestre, cuando se captaron unos 184 mil millones de dólares, siendo los inversores europeos los que influyeron en esta caída.

Se han seguido lanzando nuevos productos o reconvirtiendo antiguos fondos a estos que tanto está empujando la industria y que han despertado el apetito de los inversores, ya que no hay día en que no se escuche en los medios financieros hablar del tema. Hay 177 productos nuevos que han ingresado al mercado en el segundo trimestre y que aún cuando está por debajo de los más de 200 fondos que se lanzaron tanto en el ultimo trimestre del 2020 como en el primero del 2021, la cifra sigue siendo de vértigo, con Europa aglutinando el 63% de estos nuevos lanzamientos, mientras que en EE.UU. se lanzaron unos 25 fondos ESG. En la sigueinte gráfica se muestra claramente el predominio de Europa con respecto al resto de zonas:

Desde 2019 Los planes de estándares de información financiera internacional siguen evolucionando, mientras que el grupo de trabajo sobre divulgación financiera (Task Force on Climate -Related Financial Disclosures) sigue las consultas sobre las mejoras a su marco de información. El trabajo es mucho y la velocidad de lanzamientos está poniendo en aprietos la supervisiónde los mismos. En algunas ocasiones es difícil encontrar en que artículos  están clasificados algunos de los fondos y además es difícil saber si se siguió una metodología estricta para dicha clasificación. Incluso algunas gestoras nos han comentado que no todos siguen los mismos lineamientos en la clasificación.

De ahí que muy recientemente hayamos sido testigos de algunas investigaciones por parte de autoridades estadounidenses respecto a los criterios de inversión sostenible utilizados en algunas estrategias ESG, aunque habrá que estar atentos a la evolución de estas investigaciones.

Es tal el auge de la inversión VERDE que los flujos a los fondos tradicionales se han quedado muy por detrás. No sólo los inversores institucionales y fondos de pensiones buscan invertir su dinero en este tipo de estrategias (aunque ya lo hacían anteriormente), también los inversores jóvenes cuyo comporamiento es más de trades quieren poner sus ahorros en aquellas alternativas que frenen el daño ambiental. Cada día se emiten más de 5 mil millones de dólares en bonos y préstamos diseñados a financiar proyectos ecológicos. Muchos gobiernos están aumentando el gasto en cuestiones ambientales e implantando nuevos regulaciones sobre emisiones de carbono. Basta ver el paquete de apoyo lanzado por la administración Biden, de miles de millones de dólares que darán impulso a las apuestas de inversión del sector privado.