Elon Musk no es un CEO convencional. Cabría decir que Musk, el fundador de Tesla, SpaceX o SolarCity no es una persona común. El propio Charles Munger, el socio de Warren Buffett en Berkshire Hathaway ha asegurado que el sudafricano es un genio. Y eso no se le dice a cualquiera.

Y como genio que es, el fundador de Tesla hace cosas inesperadas, que sorprenden al mercado, como por ejemplo decir en varias ocasiones durante los últimos meses que las acciones de Tesla están sobrevaloradas. Musk afirmó que a corto y medio plazo los títulos del fabricante de coches eléctricos que el mismo preside están algo caros, pero que sin duda Tesla será una compañía en la que merezca la pena estar invertidos en el futuro.

La afirmación provocó, como no podía ser de otra manera, caídas en las acciones de la compañía, aunque a pesar de todo acumula ganancias de más de un 50% en lo que va de año. No es de extrañar, si más allá de ver un proyecto y una apuesta de futuro se miran los fundamentales de una empresa que este ejercicio ganará apenas 84 millones de dólares, si se tiene en cuenta las previsiones del consenso.

Tesla es una empresa que estará valorada a 140 veces/beneficio en los próximos doce meses; que cotiza a un ratio Precio/ valor en libros de casi 30 veces y un ratio precio/ventas de más de 17 veces. En términos generales sí, la compañía cotiza a múltiplos muy elevados.

Además, tampoco es una cotizada muy rentable debido a las fuertes inversiones que hace en tecnología, en fabricación de plantas, de instalaciones…. Las ventas de la empresa este año rondarán los 3.700 millones de dólares y el beneficio neto que quedará a sus accionistas, será de apenas 84 millones de dólares.

A los inversores, sin embargo, les entusiasma Tesla. Les enamora la visión de un negocio que apuesta por los coches eléctricos de alta gama. Hay modelos que superan muy de largo los 200 o los 300.000 dólares. Se trata de vehículos de lujo, con un diseño muy cuidado y con unas prestaciones que no tienen nada que envidiar a los convencionales.

 

 

accionistas de Tesla

 


Les entusiasma también la fábrica de baterías de litio que ha comenzado a construir en Reno y que permitirá aumentar enormemente la producción de coches, el abaratamiento de fabricación y, además, vender a terceros. Y a muchos, sobre todo, les entusiasma Elon Musk. Es cuestión de fe y de estilo, quizá.

Por eso, la compañía ha sido uno de los caramelos de Wall Street desde que comenzó a cotizar a finales de junio de 2010. Desde ese año ha subido de media más de un 80% cada ejercicio en bolsa. Y a pesar de esa tendencia, un 68% de los analistas recomienda comprar sus acciones, el 26 apuesta por mantener y sólo el 5% vender. De hecho, a pesar de las observaciones de Musk, el número de expertos que apuesta por vender títulos de la compañía es el menor de la historia. El consenso le da un precio objetivo de 277 dólares por acción a la empresa, es decir, un potencial de un 20% frente al precio actual.

Lo que resulta realmente curioso y lo que demuestra la fe en esta compañía es que a pesar de la tendencia, del historial y de las palabras de Elon Musk, en el último trimestre sólo cuatro gestoras haya reducido y casi testimonialmente su presencia en Tesla.

La firma que más ha reducido su participación ha sido Fidelity, cuyos fondos han vendido en el último trimestre 791.000 acciones. Fidelity es el segundo mayor accionista después de Elon Musk y tiene aproximadamente 8,3 millones de títulos. Hay que tener en cuenta que tras el subidón de más de un 50% de la empresa en bolsa en lo que va de año muchas gestoras pueden tener la tentación de reducir participación, hacer beneficios, maquillar la cuenta de resultados.. Habrá que ver si compran posteriormente.

También ha vendido Baillie Gifford, capital Research, Susquehanna Finalcial, Zevenberg y T. Rowe, que se ha desprendido de 86.00 acciones. Otro de los que ha vendido acciones ha sido The Vanguard Group, que ha reducido su presencia en 27.800 acciones. Por cierto, la última vez que Musk –que tiene más de un 20% de la empresa- vendió acciones fue en 2013 y redujo su participación (más de 28,2 millones de títulos). Vendió 75 acciones.

El resto, la mayor parte, ha seguido acumulando títulos a pesar de las advertencias de Musk y la caída de casi un 20% desde máximos.  

 

 

 

 

 

Cambio de participación en Tesla