Para los que no tuvieron la suerte de participar en esa salida a bolsa sólo daremos un dato. Imagínese que usted compró sólo una acción de la compañía en ese momento. Si aún no la hubiera vendido hoy, probablemente, con los beneficios podría comprarse una casa, o muchos coches, o dar varias vueltas al mundo.

Y eso que Google no debutó en bolsa con mucho entusiasmo. Resonaban aún en las mentes de los inversores los ecos del reciente pinchazo de las puntocom. Y la compañía no era más que un buscador de internet.

En los meses previos a su debut se hablaba de que la compañía salía cara a bolsa. De hecho, antes de su debut, los colocadores se vieron obligados a rebajar el precio de salida y a reducir el número de acciones que iban a vender en esa operación.

Finalmente los títulos de Google comenzaron a cotizar el día 20 de agosto de 2004 a un precio de 85 dólares. Algunos de los inversores que entraran en esa operación quizá se frotaban las manos cuando al final de la sesión se iban a casa siendo un poco más ricos, ya que la compañía se revalorizó un 18% esa jornada. Sin embargo no sabían lo que tenían por delante.

Desde ese momento, las acciones de la compañía se han multiplicado por más de 14 veces y podrían seguir subiendo. Pero esta trepidante subida no ha sido gratuita, ni fruto de la fortuna. Se ha debido a una estrategia de expansión y de diversificación de su negocio que casi no tiene parangón en su industria.

Histórico de Yahoo!


Un ejemplo, el día que Google comenzó a cotizar en la bolsa tenía una capitalización de algo más de 23.000 millones de dólares. En aquel momento el líder de su sector, el que marcaba la tendencia era Yahoo!, su capitalización aquel día se acercaba a los 39.000 millones de dólares.

¿Qué ha pasado en estos diez años?

En estos momentos Google vale más de 380.000 millones de dólares, y es una de las empresas más grandes de Wall Street. La compañía superó la cota de los 1.000 dólares por acción el pasado mes de octubre.

Yahoo!, por el contrario vale ahora menos que hace diez años, apenas 35.000 millones de dólares y ha perdido su liderazgo en la mayor parte de mercados del mundo. Ha sido superado, incluso, por los buscadores de Microsoft y sólo es capaz de mirar cara a cara al líder en un feudo, Estados Unidos.

Google ha conseguido esto gracias a un gran esfuerzo en inversión y a múltiples adquisiciones que le han permitido diversificar sus ingresos. En 2006 compró YouTube por 1.650 millones de dólares en acciones, una compañía que entonces contaba con 67 empleados localizados en la planta superior de una pizzería en California. Entonces, la compañía contaba con 72 millones de usuarios. 7 años más tarde, cuentan con 1.000 millones de usuarios al mes”.

Un año antes, había adquirido una “start-up” de 22 meses de vida llamada “Android” por un valor estimado de 50 millones de dólares.

Los expertos destacan la capacidad de Google para sorprendernos y cada vez chocan menos que en el mercado podamos tener acceso a dispositivos como las Google Glass, el Google car o las lentillas inteligentes, que podrían salir al mercado en un tiempo, tras su acuerdo con Novartis. Google se alía con Novartis para fabricar lentillas inteligentes

¿Por qué hace esto Google? Muchos expertos destacan que una de las grietas de su negocio es la posible pérdida de cuota del mercado de la publicidad online. En estos momentos, la compañía consigue alrededor de un 40% de todo el dinero que se mueve en este segmento, pero han salido competidores como Facebook o Twitter, que siguen intentando comerse un trozo más grande de la tarta. Por eso su plan B, el de invertir en negocios que a muchos les pueden parecer inverosímiles, pero que en algunos momentos terminan por aportar dinero –mucho dinero- a la cuenta de pérdidas y ganancias de la empresa. Google tiene un plan B y gusta

En bolsa su historia ha tenido pocos altibajos. Sin embargo el pasado mes de abril los fundadores de la compañía consiguieron poner en marcha un proyecto que llevaban intentando consolidar hacía un par de años. Un curioso Split que les ha permitido acumular más poder dentro de la empresa.

Este año han puesto en circulación acciones C de Google, que cuentan con derechos económicos, pero no políticos. Estas acciones han ido a parar a manos de los accionistas que tenían títulos A. Ellos han mantenido sus acciones B que en la actualidad no cotizan. Al contrario que el resto de los propietarios, cada uno de los títulos de Page, Brin y Schmidt tiene 10 derechos de voto. En estos momentos hay 335,8 millones de títulos. 279,3 millones de acciones de clase A y apenas 56,5 millones de tipo B. El original Split de google

Reuters ha calculado que aunque en estos momentos los fundadores tienen menos de un 15% de Google, sus derechos de voto suponen más de un 55% del total. Con el nuevo Split, de hecho, se perpetúa esta situación. (Ver: no entre en pánico cuando vea bajar un 50% a Google)

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