Ansiedad y miedo. Son dos sentimientos que van de la mano y que cabalgan juntos desde hace varias semanas. Justo cuando atravesamos la puerta del mes de octubre para despedir a septiembre. Los inversores lo saben. Es el periodo de tiempo más preocupante si nos ceñimos a la historia y a la evolución.

Se trata del mes más oscuro. Capaz de sacar sus garras más devastadoras para borrar de un plumazo las ganancias que hayamos acumulado. Fiero e incontrolable. No hay más explicación que la estadística. Como promedio, es cuando más caídas se han registrado a lo largo de la existencia de los mercados. Pero la preocupación va mucho más allá: es el mes de los crash y de la iniciación de muchos mercados bajistas.

Ya lo avisaba Mark Twain en los últimos días: "Octubre, uno de los meses más peligrosos para especular en acciones, detrás de julio, enero, septiembre, abril, noviembre, mayo, marzo, junio, diciembre, agosto y febrero”. Con la llegada del otoño el pánico se introduce en el sentir de los inversores y se termina reflejando con las caídas de las bolsas.

Sin ir más lejos, los últimos retrocesos de Wall Street. Multitud bearish ya llevan diciendo que esto forma parte de lo que está por venir. Es decir, de caídas mucho más severas que podrían llegar suponer hasta más de un 20% de pérdidas. Con estos indicadores el temor a un crack en estas fechas está ahí. Más mirando al pasado.

El mayor desplome se produjo en el crash de 1929. El jueves negro, 24 de octubre de 1929, y el martes siguiente, fueron demoledores para el índice Dow Jones. Fueron los días más dramáticos en la historia de Wall Street que terminaron con la conocida política del New Deal para que la economía estadounidense remontase.

1929 crash



En este periodo de tiempo también se produjo otro día dramático. Hay que remontarse hasta 1987 para rememorarlo. El llamado lunes negro, 19 de octubre, el mercado de valores registró un descenso en su selectivo de referencia de hasta un 22,6%. Un descalabro mayúsculo que llevó a la quiebra a muchas compañías y a la ruina a multitud de inversores. (Una caída del 40% o 50% no sería una sorpresa)

Gráfico lunes negro



También en el mes de octubre se constató lo que se conoció como el "mini crash". Fue dos años después. Concretamente, el 13 de octubre de 1989. Aquel día el Dow Jones perdió el 6,91% con respecto a la sesión anterior. Sin embargo, no fue más que un amago y no llegó a los niveles de los crash anteriores. (Macke: Ni mucho menos las acciones han tocado suelo)

Pero también hay que tener muy presente el inicio de la última recesión, en el año 2007, que marcó el inicio del mercado bajista que concluiría el 9 de marzo de 2009. Justamente el 11 de octubre de hace 7 años Lehman Brothers quebró y comenzó la recesión en Estados Unidos. Eso conllevó que los números rojos fueran el pan de cada día sobre el parqué neoyorkino. Hasta un 53,9% retrocedió el selectivo norteamericano desde máximos hasta el suelo. (Correction is coming?)

Por tanto, cuando estamos en el ecuador de un tramo que suele ser peligroso para las bolsas americanas, y observando los descensos acumulados desde los máximos marcados en septiembre, solo falta cruzar los dedos para no pasar por algo similar. O intentar mirarlo con una perspectiva realista y decir: “la situación, de verdad, no está tan negativa como muestran las caídas”. Desde luego, la historia no acompaña.