La Reserva Federal no ha decidido tocar los tipos de interés como se esperaba y ahora la patata caliente se pasa al mes de junio. ¿Cómo ve la situación macroeconómica en este momento en cuanto a la decisión que pueda tomar la Fed y los bancos centrales en los próximos meses?
La Fed actuó sin sorpresas y mantuvo ese discurso ambiguo. No creo que haya afectado demasiado a las cotizaciones de los principales activos lo que dijo ayer. Creo que seguimos en las mismas. Hay tres opciones principales: la que tiene interiorizada el mercado, que es ver una subida de tipos de interés hacia finales de año (noviembre o diciembre); habría otra opción que es subir los tipos antes o durante el verano (junio o julio); y una tercera opción que es a la vuelta del verano (en septiembre). En esas tres opciones nos desenvolvemos y creo que hay más espacio para las sorpresas negativas que las positivas. Es decir, el mercado tiene interiorizado todas las opciones, que es que se suban los tipos de interés de aquí a finales de año, y todo lo que sea adelantar esa fecha hacia septiembre o incluso junio provocaría una reacción adversa. Vamos a ver qué dicen las actas de la reunión de ayer, que se publicarán en unas semanas, y vamos a ver qué siguen diciendo algunos miembros del FOMC que siempre se pronuncian en espacios públicos. Creo que tal y como lo tiene planteado ahora mismo el mercado ahora hay más espacio de que la fecha se vaya adelantando, y por tanto el mercado incorpore esa expectativa que ahora mismo no tiene, que el que realmente se materialice esa subida de tipos de interés a finales de año.
¿Cómo puede afectar esto a la renta variable? ¿Habría que preocuparse por lo que puede venir ahora?
No creo que tampoco tenga un impacto muy importante en la renta variable. Recordemos lo que pasó en el mes de diciembre del año pasado cuando se subieron los tipos de interés. Se subieron los tipos, luego Yellen hizo un discurso que gustó, resaltando la fortaleza de la economía americana y poniendo énfasis en que la subida de tipos sería muy gradual y muy lenta. Finalmente las bolsas lo celebraron con subidas. Wall Street desde que a principios de diciembre del año pasado hubo esa reunión de la Fed justo a finales de año, tuvo un buen comportamiento. Mejor que la renta variable europea. Tampoco creo que una subida de tipos de interés de un cuarto de punto en una senda de tipos de interés en la que ya estamos, tenga un impacto demasiado importante en la bolsa americana. Otra cosa es en el dólar. El dólar anda muy debilitado en las últimas semanas. Tenemos hoy a euro-dólar en niveles de 1,1350 y creo que ahí existe un mayor espacio para que el dólar se aprecie incorporando el calendario de subida de tipos de interés y que el euro-dólar se vaya hacia abajo.
Lo que está empujando a los índices a la baja es sin duda el sector bancario. En el caso del Ibex 35 cae fuertemente. BBVA se desplomó tras presentar resultados. ¿Cómo ve en general al sector bancario? ¿Qué aspecto tiene? ¿Se puede apostar por algo?
Antes de hablar del sector bancario hacemos una reflexión sobre los resultados empresariales. De nuevo es una oportunidad muy clara para ver lo curioso que es el día en que presenta estas cuentas. A mí los resultados que ha presentado BBVA no me han parecido tan malos para que el valor se esté desplomando. Ayer Santander presentó resultados y subió casi el 2% al cierre. Seguramente si BBVA hubiera presentado estas mismas cuentas un día antes y Santander en el día de hoy, desde luego no hubiera habido un 9% de diferencia entre el rendimiento de los dos valores. Volviendo al sector bancario, ya lo dije la semana pasada, a mí es un sector que me crea muchas dudas. Creo que al consenso de analistas exactamente lo mismo. Hay opiniones completamente diferentes. Lo que creo que está claro es que el panorama para el sector bancario no es en absoluto positivo ni halagüeño. Por otro lado es verdad que son cotizaciones que han subido mucho. Son precios relativamente bajos y que por tanto, si tú compras un activo aunque no tenga un futuro prometedor, a un precio lo suficientemente barato, puedes estar haciendo una buena inversión.
¿A largo plazo?
A largo plazo e incluso a medio plazo. También es verdad que incluso en el medio plazo el sector bancario es uno de los sectores que ha rebotado desde los mínimos anuales junto a las materias primas y todo ese fuerte tramo alcista desde los mínimos del 11 de febrero en las bolsas europeas se ha conducido a través de las materias primas y los sectores relacionados y del sector bancario. Entonces a corto plazo hacer una inversión en el sector bancario se pueden obtener rendimientos de doble dígito en cuestión de semanas. Creo que es un sector de mucho riesgo e incertidumbres y que desde luego cualquier exposición que se quiera tener desde mi punto de vista debe ser muy moderada.
¿Qué balance se puede hacer de la campaña de resultados en Estados Unidos y sobre todo de Apple que es la que más ha decepcionado?
Apple por sí sola vale por diez o grandes compañías ése es el problema. Apple es como un índice en sí y que tiene una incidencia muy clara sobre el resto de índices. En general la campaña creo que está por encima de las expectativas que había, que eran muy malas. Se esperaban caídas de beneficio cerca del 10% y estamos viendo una caída de beneficios en el entorno del 6% o 7%. De las compañías que han presentado resultados en el S&P 500 tenemos que cerca de un 65% han batido previsiones, lo cual es un porcentaje muy similar para lo que hemos visto en esta campaña de resultados. No creo que esté siendo muy negativa. El problema es que algunas grandes compañías como Apple, con mucha capacidad de influencia sobre los índices sí que han decepcionado mucho. Las mejor paradas están siendo las compañías financieras: los bancos. Ahí es donde estamos viendo los mejores resultados en Estados Unidos y las peores el sector energético. Un poco de todo y en general podemos concluir que la temporada sin ser buena está siendo algo mejor de lo que se esperaba y la mala noticia es que algunas grandes compañías como Apple son las que están acaparando más atención y efecto negativo sobre el conjunto del mercado.
¿Ahora que estamos cerca del verano es momento de tomar posiciones en empresas ligadas al turismo como aerolíneas u hoteleras?
Creo que sí pero no porque estemos cerca del verano. En general yo veo interés en esas compañías desde hace mucho. El turismo en España no solo se está comportando bien en la temporada estival sino también durante el invierno. Creo que además esas compañías se pueden beneficiar de una caída adicional del euro que me parece que vamos a ver más pronto que tarde. Como digo siempre los niveles en los que cotiza el euro-dólar desde mi punto de vista hay mucho más espacio para que caiga el euro que para que se siga apreciando. Por eso creo que empresas hoteleras sí que hay que tener en cartera, como Meliá y NH. Aena presentó resultados espectaculares. A las aerolíneas quizá sí que les puede empezar a pesar el repunte del precio del petróleo que ya es una constante. Tenemos al petróleo en máximos desde diciembre del año pasado con el Brent por encima de los 46 dólares. Esto es más una ventaja para las compañías de materias primas que para las aerolíneas. La amenaza que tienen es que efectivamente el petróleo tan barato como a 27 dólares probablemente no lo vayamos a ver. Ahora mismo, sinceramente, creo que teniendo más riesgo y peores fundamentales puede ser más interesante en el corto plazo estar posicionado en sectores de recursos básicos que en aerolíneas, precisamente aprovechando esta mejora del petróleo y de las materias primas.