Repsol ha firmado un acuerdo con Geregras, asociación de referencia en el sector de recogida de aceites usados, para impulsar conjuntamente la recolección de aceites de fritura procedentes del sector Horeca

(hoteles, restaurantes y cafeterías) y del uso doméstico, informaron en un comunicado conjunto.

Con esta alianza, ambas entidades persiguen el doble objetivo de, por un lado, desarrollar un sector que en España se encuentra todavía en un estado incipiente y poco profesionalizado, como demuestran las bajas tasas de recolección, que se sitúan actualmente por debajo del 40%, y, por otro lado, que la recogida y una adecuada gestión de estos residuos permita su valorización reduciendo el uso de recursos naturales, ya que pueden emplearse como materia prima alternativa para fabricar biocombustibles y otros productos con baja huella de carbono.

Además, Repsol y Geregras promoverán la estandarización y el desarrollo de un entorno regulatorio que favorezca el crecimiento de este sector en España, incentivando la profesionalización de los gestores de manera que se garantice que el tratamiento de los residuos se realiza adecuadamente.

Con este acuerdo, la energética dirigida por Josu Jon Imaz reafirma su compromiso con la descarbonización de la economía, la reducción de emisiones y la economía circular.

Repsol está transformando sus complejos industriales en polos multienergéticos capaces de fabricar esos productos con baja, nula o incluso negativa huella de carbono. La economía circular, junto con el crecimiento del negocio de energía renovable, la eficiencia energética, el hidrógeno renovable y las tecnologías de CCUS, (captura y almacenamiento de carbono) es uno de los pilares fundamentales en esa transformación cuyo objetivo final es las cero emisiones netas del grupo en 2050.

Dentro de este proceso de transformación, la compañía inició en 2019 la fabricación de biocombustibles utilizando aceite de cocina usado en sus complejos industriales de Petronor y Puertollano. Posteriormente, en octubre de 2021, el Complejo Industrial de A Coruña fabricó un primer lote de hidrobiodiésel a partir de este tipo de materia prima. Estos

biocombustibles presentan una reducción de la huella de carbono superior al 90%, manteniendo las propiedades del gasóleo convencional.